Taichí mejora sueño de personas con insomnio crónico
El taichí —una práctica tradicional china de ejercicios para la mente y el cuerpo— ostenta beneficios similares a la terapia de conversación para personas de mediana y tercera edad que sufren insomnio crónico, afirmó un ensayo desarrollado por investigadores de la Universidad de Hong Kong, China, y publicado en The BMJ. Dicho estudio se orienta a ofrecer una alternativa a la terapia cognitivo-conductual (TCC), cuyo acceso se limita por los altos costos y la baja disponibilidad de terapeutas.
Los hallazgos se basan en 200 adultos chinos de 50 años o más, diagnosticados con insomnio crónico e inscritos en un centro de investigación en Hong Kong entre mayo de 2020 y julio de 2022. Los participantes fueron asignados aleatoriamente para recibir intervenciones de taichí o terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I), que consistían en sesiones grupales de una hora, y se realizaban dos veces por semana para un total de 24 sesiones.
El índice de gravedad del insomnio (ISI) se utilizó para evaluar el cambio en la gravedad percibida del insomnio inmediatamente después de las intervenciones de tres meses; y en el seguimiento de 12 meses (mes 15) puntuaron síntomas como la dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido, despertarse demasiado temprano y no poder dormir nuevamente, además del impacto en la vida diaria.
Se utilizó un umbral ISI de cuatro puntos como margen para evaluar la no inferioridad. Al inicio del ensayo, ambos grupos presentaron niveles moderados de insomnio. Al tercer mes, el grupo de taichí mostró una reducción de 6,67 puntos en las puntuaciones del ISI, mientras que el grupo de TCC-I tuvo una reducción de 11,19 puntos, lo que resultó en una diferencia intergrupal de 4,52.
Por lo tanto, el taichí se consideró inferior a la TCC-I al tercer mes, ya que el límite superior de confianza superó el margen de no inferioridad. Sin embargo, al mes 15, las reducciones en los grupos de taichí y TCC-I fueron de 9,51 y 10,18, respectivamente, con una diferencia intergrupal de 0,68.
A partir de este momento, el taichí se consideró no inferior a la TCC-I, y ambos métodos reflejaron beneficios comparables en los parámetros subjetivos del sueño, la calidad de vida, la salud mental y el nivel de actividad física. No se produjeron efectos adversos durante el período de intervención.
Los autores reconocen que se necesitan más estudios para determinar si los beneficios del taichí se pueden aplicar a otros países o regiones, con características demográficas diferentes. Sin embargo, concluyen: «Nuestro estudio apoya al taichí como un enfoque de tratamiento alternativo para el manejo a largo plazo del insomnio crónico en adultos de mediana y tercera edad».
Fuente: Infosalus
VTV/DC/EB

