Psicoinmunoterapia podría mejorar el pronóstico de vida de pacientes oncológicos
Estudios científicos han demostrado que las emociones tienen influencia en el sistema inmunológico, y las terapias conductuales contribuyen a mejorar la evolución de enfermedades oncológicas en estadios iniciales. Los principios de la medicina psicosomática y de la psiconeuroinmunología son los que dan fundamento a la psicoinmunoterapia, que constituye en la actualidad un método terapéutico complementario a los tratamientos médicos y farmacológicos contra el cáncer, y también de otras patologías relacionadas al sistema inmunológico, como lo son las enfermedades autoinmunes, en las que el cuerpo se “ataca” a sí mismo.
En este sentido, el médico internista y miembro de la Academia Nacional de Medicina, Dr. José Rodríguez Casas, explicó que innumerables estudios científicos que se han realizado desde los años 70 señalan que cuando se aplica la psicoinmunoterapia, a través de terapias conductuales como meditación, visualización o relajación, las personas que padecen una enfermedad oncológica en estadios primarios evolucionan más favorablemente, toleran mejor esta patología, tienen un pronóstico de vida superior y mejora su calidad de vida.
“La psiconeuroinmonología establece la relación que tienen las emociones y los pensamientos en el sistema inmunológico, que no es independiente de nuestra vida emocional, sino por el contrario, todo lo que vivimos día a día está actuando sobre él. Cuando se aplican sus principios para tratar el cáncer se han encontrado resultados como: que la enfermedad cancerosa se detiene, que el pronóstico y la evolución de los pacientes es mejor cuando se suma la psicoinmunoterapia al tratamiento convencional, si se compara con los que solo reciben las terapias ortodoxas, como la radioterapia y quimioterapia”, aseguró.
Explicó el especialista que en la actualidad es ampliamente conocido por la comunidad médica que el cáncer es una enfermedad multifactorial, es decir, que su aparición está relacionada con factores genéticos, ambientales y emocionales, “en lo que respecta a esta enfermedad, el sistema inmunológico ocupa un lugar preponderante, incluso en el tratamiento con drogas inmunoestimulantes”.
Se ha demostrado a través de estudios científicos que las personas cuando se deprimen su sistema inmunológico disminuye cualitativamente, es decir, la cantidad de linfocitos son las mismas, pero su calidad merma, así como su capacidad de combatir enfermedades. “Las células caen en una especie de inercia cuando las personas están tristes o en estados depresivos”, indicó.
Terapia complementaria
Cuando se aplica la psicoinmunoterapia, el paciente oncológico continúa su tratamiento farmacológico “tradicional”, en conjunto con los métodos terapéuticos conductuales. Aclaró el médico que no es un tratamiento sustitutivo, sino que van de la mano.
Fuente: Nota de prensa
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