Incitación israelí en Cisjordania constituye una extensión de genocidio y desplazamiento contra el Pueblo Palestino
Por: Fadi Alzaben
Embajador del Estado de Palestina en Venezuela
Desde hace casi 11 meses el mundo es testigo del genocidio perpetrado por las fuerzas de ocupación israelí en la Franja de Gaza, que se ha cobrado la vida de más de 40.700 ciudadanos palestinos y más de 94.300 heridos hasta los momentos.
Dichas acciones constituyen la continuación de la Nakba (la catástrofe), iniciada desde hace más de 76 años, contra el Pueblo Palestino, intensificadas con una arremetida sin presidentes en el Territorio Palestino de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.
En Cisjordania, por su parte, hemos sido testigos en los últimos días de una arremetida de gran proporción en las principales ciudades del Norte, como en Jenín, Tulkaren, Tubas y numerosos campamentos de refugiados palestinos.
Hasta los momentos, la cifra de mártires en Cisjordania, incluida Jerusalén Este, sobrepasa los 680, mientras que el número de heridos sobrepasa los 5.700.
El Gobierno del Primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, continúa la guerra de exterminio y su Gobierno ha iniciado la anexión gradual de Cisjordania. Continúa su guerra de agresión porque se siente por encima de la ley, de la rendición de cuentas. Además, recibe apoyo y protección estadounidenses y algunos aliados para su continuación.
Estas agresiones permanentes, las medidas de ocupación en Cisjordania y Jerusalén que incluyen desplazamientos forzados, la destrucción de infraestructura e incursiones en curso, además de seguir robando fondos palestinos tienen como objetivo empujar hacia el colapso de la Autoridad Palestina y socavarla, todo lo cual se hace mediante la anexión gradual de tierras palestinas y la expulsión del Pueblo palestino.
La escalada de la guerra israelí en Cisjordania contra las ciudades, pueblos y campos de Jenín, Tulkarem, Tubas y otras ciudades palestinas, además de la guerra de exterminio en la Franja de Gaza, conducirán a resultados nefastos y peligrosos para la seguridad regional.
El precio de la agresión iniciada por el gobierno de ocupación extremista contra el norte de Cisjordania, que hasta ahora ha provocado el martirio de decenas de ciudadanos y herido a cientos, constituye una continuación de la guerra integral contra nuestro pueblo y nuestra tierra.
Mientras tanto los dos ministros extremistas israelíes, Smotrich y Ben Gvir, continúan incitando y atacando a los ciudadanos palestinos imponiendo más castigos colectivos, ya sea en relación con la continuación de la guerra genocida contra nuestro pueblo en la Franja de Gaza, llamando a perpetuar su ocupación y reducir el territorio palestino, provocando el desplazamiento de su población, así como por sus continuos llamamientos para que se desplieguen más barreras contra nuestro pueblo y se torture a los ciudadanos palestinos e impidan que se desplacen por la Cisjordania ocupada, bloqueando las entradas a las ciudades palestinas, hasta convertirlos en verdaderas prisiones de las que es difícil entrar o salir, constituyen un verdadero apartheid.
Advertimos asimismo en contra los llamados de Ben Gvir a distribuir más armas a los colonos y la incitación a controlar más tierras palestinas e imponer desplazamientos forzados y de población bajo el lema de «resolver el conflicto» y eliminar la oportunidad de materializar el Estado palestino sobre el terreno promovido por el Ministro de Finanzas israelí, Smotrich.
Las violaciones y crímenes cometidos por la ocupación contra nuestro pueblo, especialmente la guerra genocida en curso en la Franja de Gaza, las ejecuciones llevadas a cabo por el ejército de ocupación israelí y las milicias de colonos en Cisjordania, el uso de aviones no tripulados, los bombardeos y la persecución continua, son terrorismo de Estado y un crimen de guerra, y una escalada de agresión y guerra sangrienta general emprendida por el gobierno de ocupación contra nuestro pueblo.
El ataque de los colonos a ciudades y pueblos palestinos, destruyendo infraestructura, asediando hospitales, cortando comunicaciones y disparando contra ciudadanos, constituyen actos de terrorismo protegido y dirigido por el Gobierno de extrema derecha israelí, y parte de la guerra de exterminio, limpieza étnica y desplazamiento forzado contra el pueblo palestino con el objetivo de expulsarlo y apoderarse de sus tierras.
Estas acciones y políticas colonialistas constituyen un peligro extremo y una amenaza a la paz y la seguridad. Todos los países y la comunidad internacional deben tomar las medidas y sanciones necesarias impuestas por el derecho internacional contra los dos ministros extremistas, así como sobre los colonos extremistas, como primer paso para detener la guerra genocida y desplazamiento forzado del pueblo palestina y como primer paso para el establecimiento de la paz duradera en la región.
No podemos permanecer en silencio ante las prácticas de ocupación, la guerra de exterminio y liquidación masiva. La política de escalada, la destrucción de ciudades, el asesinato de ciudadanos, los arrestos y las políticas de colonización, que no son otra expresión, sino de apartheid, no traerán seguridad y estabilidad a nadie y todos pagarán el precio por estas acciones israelíes.
La comunidad internacional debe tomar medidas para brindar protección a nuestro pueblo contra el genocidio y la limpieza étnica en los territorios palestinos ocupados, aislar y castigar al Estado ocupante e imponer sanciones disuasorias a sus líderes, y la necesidad de que la Corte Penal Internacional adopte medidas legales contra la milicia de los colonialistas y sus líderes en el gobierno de ocupación, y los considere como organizaciones terroristas extremistas.