CLAVES | Guion del «USS Maine» busca repetirse para justificar una intervención en Venezuela

 

Ante las pretensiones injerencista de los Estados Unidos contra Venezuela y el uso del ecosistema comunicacional para justificar una intervención militar contra la nación Bolivariana, el presidente constitucional de la República, Nicolás Maduro, en rueda de prensa internacional, recordó a los comunicadores sociales presentes la historia del acorazado estadounidense USS Maine, el cual fue explotado en dudosa circunstancia, pero que permitió la invasión militar de EE.UU. a Cuba.

El jefe de Estado venezolano destacó en su intervención que los medios de comunicación de la época impusieron una campaña masiva que exigía la intervención militar para acabar con “las atrocidades” de España en Cuba.

“Hay mentiras imperiales que solo conocen los historiadores”, manifestó el presidente Maduro.

Le presentamos las siguientes claves para que se pongan en contexto:

El 15 de febrero de 1898, el acorazado estadounidense USS Maine, que estaba anclado en el puerto de La Habana, explotó y se hundió, fallecieron 260 marineros. Nunca se determinó con certeza la explosión, pero la prensa estadounidense rápidamente la atribuyó a un ataque español.

  • La conocida «prensa amarilla» era liderada por William Randolph Hearst y Joseph Pulitzer.

  • Los periódicos sensacionalistas, lanzaban titulares como «¡Recordad el Maine! ¡Al infierno con España!», impusieron una campaña masiva de propaganda que exigía la guerra.

  • La Marina de EE.UU. no pudo determinar si la explosión fue causada por una mina o por una falla interna del buque. Sin embargo, la campaña caló y la opinión pública ya estaba convencida de la culpabilidad española.

  • El Congreso de Estados Unidos, influenciado por la presión mediática y la indignación popular, declaró la guerra a España en abril de 1898

  • La Guerra hispano-estadounidense terminó con la derrota de España y la pérdida de sus últimas colonias, incluyendo Cuba, Puerto Rico, Guam y Filipinas.

  • La explosión del USS Maine, fue hábilmente utilizado por EE.UU. como pretexto para justificar la intervención militar en Cuba, que impidió la entrada victoriosa del Ejército Mambí para la instauración de un gobierno autónomo e independiente.

La historia del USS Maine muestra cómo la prensa sensacionalista puede moldear la opinión pública y justificar la guerra. En la era digital, las redes sociales se han convertido en el nuevo campo de batalla, donde la desinformación y los «fake news» pueden ser tan influyentes como los titulares de la «prensa amarilla» de antaño.

A esto se le suma la vieja la estrategia del ministro de Propaganda de la Alemania Nazi, Joseph Goebbels, quien tenía como premisa que decir “una mentira mil veces dicha, se convierte en una gran verdad».

En este caso podemos nombrar la provocación en el Golfo de Tonkín, el 2 de agosto de 1964, el destructor USS Maddox fue atacado por torpederos de Vietnam del Norte. Dos días después, se reportó un segundo ataque que, años más tarde, se confirmó que nunca ocurrió.

Sin embargo, fue utilizado por el presidente Lyndon B. Johnson para obtener el apoyo del Congreso y la opinión pública para una escalada militar a gran escala, basada en el engaño. La desclasificación de documentos, como los Papeles del Pentágono, reveló que la administración de Johnson había manipulado la información para justificar la guerra.

Ante estos hechos históricos, hoy en pleno 2025 se trata de reeditar el mismo guion, con la construcción de una narrativa de donde se coloca Venezuela como una «amenaza regional» para justificar la presión y las acciones de EE. UU. contra el Gobierno venezolano.

Se ha desplegado una intensa campaña mediática que acusa al gobierno del presidente constitucional Nicolás Maduro de estar vinculado con el narcotráfico y el terrorismo. Estas acusaciones, aunque no se ha demostrado de forma concluyente en un tribunal internacional, se han utilizado como fundamento para imponer sanciones y para justificar una posible intervención militar.

Ante la mentira mediática, el presidente Maduro ha denunciado la desinformación y los «fake news» que se difunden rápidamente en los medios y RR. SS. que alimentan la tensión y la polarización, y que además posicionan al Gobierno de EE.UU. como un defensor de la democracia y un luchador contra la corrupción y el terrorismo en Venezuela.

Hoy Venezuela está en el foco, el Gobierno de Estado Unidos ha intensificado la política de «máxima presión» contra el Gobierno venezolano, por su parte el presidente Maduro ha respondido con la política de «máxima preparación para la defensa de Venezuela» y preservar la soberanía nacional, la paz y la integridad territorial.

La narrativa de «guerra contra el narcoterrorismo» en Venezuela, es crucial que sea cuestionada por sus ciudadanos y la comunidad internacional y tomar conciencia de cómo la historia puede repetirse, aunque con diferentes protagonistas y escenarios.

 

VTV/MQ/DB/