Científicos revelan que descornar rinocerontes puede salvarlos de caza furtiva
El descornado de rinocerontes se erige como la estrategia más eficaz para disuadir la caza furtiva, según plantea un artículo de investigación disponible en science.org. El análisis constató que la eliminación de la recompensa del cazador mediante el descornado redujo significativamente la pérdida de esos magníficos animales en peligro de extinción, hostigados porque el valor del cuerno duplica al del oro o la cocaína en el mercado ilegal.
El autor principal de la pesquisa, el doctor Tim Kuiper, de la Universidad Nelson Mandela, afirmó en un comunicado: “Documentamos la caza furtiva de 1985 rinocerontes (aproximadamente el 6,5 por ciento de la población anual) en 11 reservas del Gran Kruger de Sudáfrica durante siete años”.
Este paisaje es catalogado como un bastión global crucial que conserva alrededor del 25 por ciento de todos los rinocerontes de África. Como resultado, la caza furtiva bajó un 78 por ciento en zonas sudafricanas entre 2017 y 2023, según el estudio.
A pesar de que el comercio internacional de cuerno de rinoceronte se prohibió en 1977, la demanda es alta, y se calcula que cada año más de mil 200 rinos son sacrificados a manos de estos cazadores criminales. En el mundo existen cinco especies de este colosal animal: los asiáticos (Java, Sumatra e India) y los rinocerontes africanos (negro y blanco).
Asimismo, las mafias del tráfico de especies son menos perseguidas que otros delitos como el tráfico de armas y drogas, según constata la investigación. Dadas las complejidades, los custodios de rinocerontes en África y Asia recurren cada vez más al descornado proactivo de ejemplares como un enfoque completamente diferente para disuadir la caza furtiva: reducir las recompensas.
Sin embargo, el estudio mostró que esta práctica ilegal, aunque disminuyó en el periodo, también continuó, pues el descuerne desvía la atención de los cazadores hacia poblaciones de rinocerontes con cuernos en otras zonas.
La investigación precisó que una proporción considerable de la masa córnea permanece en el rinoceronte después del descuerne, ya que los veterinarios solo pueden cortar el cuerno hasta la placa de crecimiento, al dejar entre cinco y 15 cm de longitud basal, y depende de la edad del animal.
La tarea, realizada por veterinarios capacitados, requiere un gran despliegue y hay que repetir cada dos años, puesto que los cuernos vuelven a crecer. En tanto, la amenaza criminal es permanente, pues la demanda de los consumidores y la pobreza local crean incentivos financieros para la caza furtiva a pesar del alto riesgo de sanciones de privación de libertad.
Los efectos del descuerne en la biología del rinoceronte aún no están claros; las investigaciones actuales sugieren que puede alterar el uso del espacio por parte del rino, pero no su supervivencia ni reproducción. Finalmente, el estudio considera este trabajo como un ejemplo tanto del valor como de la dificultad de la evaluación de impacto en la ciencia y la práctica de la conservación.
Fuente: Prensa Latina
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