Conoce cuál es la manera correcta de limpiarse los oídos

La limpieza del oído se puede realizar de muchas maneras. Lo primero que hay que tener en cuenta es que la cera se produce por unas glándulas que hay en el conducto auditivo. Esta cera actúa como una escoba que va moviéndose hacia fuera y en ese camino recoge la descamación de la piel y partículas microscópicas del ambiente que se introducen en el interior. El recorrido de la cera hacia el exterior se favorece con los movimientos de la mandíbula al hablar y al masticar. Pero lo importante es que sepas que esta acción de la cera sirve de protección a nuestros oídos.

Por eso es importante saber cómo se deben limpiar los oídos. Pueden usarse diferentes cosas: el pico de una toalla, una toallita de bebé, un bastoncillo, un algodón, pero siempre sin introducirlo en el conducto auditivo externo. Ningún producto es malo si se utiliza de forma adecuada.

Los otorrinos, no recomiendan usar jeringa con agua a presión de agua de mar porque su mal uso provoca que la cera se impacte más en profundidad, pueden producir heridas en la piel del conducto e incluso en la membrana timpánica y además pueden favorecer las infecciones del oído externo.

Insisten en que la higiene comienza con la limpieza de los pliegues del pabellón auricular (oreja) y que únicamente hay que limpiar el meato o entrada al conducto auditivo externo sin introducir nada en su interior.

Además, reiteran que no hay que introducir nada en el conducto auditivo. Uno de los problemas más frecuentes a la hora de eliminar los tapones de cera de los oídos en los centros de salud se debe al mal uso de los bastoncillos, que acaba provocando que la cera se acumule en el interior del oído y complica su extracción.

Fuente: Medios Internacionales

VTV/YD/DB/