Carnaval de Oruro rompe récord de participantes en Bolivia

Al menos medio millón de personas llegaron a la ciudad de Oruro para participar de la fiesta carnavalera más importante de Bolivia. Según la alcaldía local, este año se superó el récord de asistencia y de movimiento económico, y la población boliviana seguirá de feriado hasta el 5 de marzo.

La capital del departamento Oruro, ciudad de tradición minera, fue recorrida desde el sábado por miles de músicos y bailarines, quienes finalizaron su acto de devoción a los pies de la Virgen del Socavón.

El carnaval de Oruro es una muestra de la fusión de las culturas andina con la española. Mientras la simbología cristiana demuestra el legado colonial, la eterna lucha del bien contra el mal es parte de la cosmovisión de los pueblos indígenas de los Andes.

Desde 2008, el carnaval de Oruro tiene la categoría de patrimonio de la humanidad, otorgada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por su sigla en inglés).

Números récord

El secretario de Culturas de la alcaldía de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, informó que al menos 500 mil personas participaron del carnaval, el cual generó un movimiento económico por 450 millones de pesos bolivianos [alrededor de 65 millones de dólares]. Para tener cifras más certeras habrá que esperar a la retirada de los miles de visitantes.

Vásquez comparó las cifras actuales con las de 2024: «La gestión pasada han llegado 350 mil espectadores, hoy hablamos de 500 mil. En cuanto a lo económico, el año pasado se generaron 290 millones de bolivianos, hoy se habla de 450 millones de bolivianos, algo más del 30% (de incremento) en ambos casos», dijo al portal Urgente.bo.

Una jornada intensa

Las graderías, repletas de visitantes de Bolivia y otros países, daban un espectáculo aparte. Durante el día el público se notaba mayormente tranquilo y familiar. Pero con el transcurso de la tarde comenzó a predominar la concurrencia juvenil. Con el consumo desmedido de alcohol, algunos jóvenes cruzaron los vallados para bailar con las bandas, quienes toleraban con resignación los abrazos, los besos, las fotos y la invitación a compartir bebidas.

En algunas ocasiones, las fuerzas policiales desplegadas durante todo el recorrido usaron gas pimienta con asistentes que no entendían razones.

Durante el desfile, músicos y bailarines atravesaban avenidas amplias, como la 6 de Agosto, para luego internarse en las calles estrechas de los mercados, donde las caseras dispusieron sus pequeños locales. En tiempos no carnavaleros, por la avenida 6 de Agosto transita un tren que pasa por la población de Uyuni y llega hasta Villazón (Potosí), en la frontera con Argentina. Pero de un día para el otro, previo al comienzo de esta celebración, los rieles fueron cubiertos de asfalto por la alcaldía orureña.

Fuente: Sputnik

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