Analizan bacteria de la microbiota capaz de proteger contra la obesidad
Un estudio liderado por el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), España; y el Centro de Biología Integrativa, Italia; identificó que la bacteria presente en el intestino humano, Phascolarctobacterium faecium , dispone de altas capacidades para la prevención y tratamiento de la obesidad, y sirve como indicador de la salud metabólica. El análisis fue publicado en la revista Nature Microbiology. El microorganismo contrarresta los efectos perjudiciales de las dietas hipercalóricas sobre el funcionamiento del sistema inmunitario.
El trabajo combinó un análisis de más de 7 mil 500 microbiomas humanos con experimentos funcionales en ratones. Los resultados del metaanálisis del microbioma intestinal, realizado con datos de múltiples grupos de población de 15 nacionalidades distintas, demostró que la bacteria abunda másen personas con peso saludable, comparado a individuos con sobrepeso u obesidad, con independencia de la edad, el sexo y región geográfica.
“Hemos identificado un biomarcador microbiano asociado al peso saludable que se mantiene constante en poblaciones muy diversas. La ausencia de esta bacteria podría utilizarse como marcador temprano del riesgo de sufrir obesidad”, indicó la coordinadora del estudio, Yolanda Sanz. Los resultados muestran que la administración de una cepa determinada de Phascolarctobacterium faecium a ratones con obesidad inducida por una dieta hipercalórica.
Entre sus efectos, redujo significativamente la ganancia de peso, la adiposidad, la inflamación intestinal y sistémica y la intolerancia a la glucosa. En concreto, la bacteria disminuyó el peso corporal en un 25%, la grasa acumulada en un 35% y mejoró la tolerancia a la glucosa con efectos comparables a los del fármaco semaglutida, utilizado en el tratamiento de la diabetes tipo 2 para regular el apetito y los niveles de azúcar en sangre.
Uno de los hallazgos clave del estudio es que esta cepa ejerce efectos beneficiosos sobre el metabolismo a través de su capacidad para modular la función del sistema inmunitario innato, incluso cuando está inactivada por pasteurización. Esta bacteria reprograma el fenotipo de células del sistema inmunitario innato, reduce la presencia de macrófagos proinflamatorios y favorece la activación de macrófagos alternativos, que bloquean la cascada de eventos inflamatorios que ocurren en el intestino por la obesidad.
Gracias a este cambio, también se reduce la presencia de otras células inmunes inflamatorias conocidas como ILC1 en el intestino, que suelen tener una presencia elevada en personas con obesidad. Estas células estimulan la producción de sustancias inflamatorias como el interferón gamma, que altera la función barrera intestinal y causa alteraciones metabólicas.
Fuente: SINC
VTV/DC/CP