Venezuela rememora legado de Fruto Vivas a 97 años de su natalicio
Este 21 de enero, se rememora el nacimiento de José Fructoso Vivas Vivas, mejor conocido como Fruto Vivas, uno de los arquitectos más emblemáticos de Venezuela. Nacido el 21 de enero de 1928 en La Grita, Táchira, Vivas Vivas dejó un legado arquitectónico que perdura en el tiempo.
Vivas, a los 23 años, entró a la Universidad Central de Venezuela para estudiar arquitectura, donde se graduó en 1956, posteriormente se incorporó a la militancia política en el Partido Comunista de Venezuela (PCV), como ficha clandestina. En 1955 trabajó con el arquitecto brasileño, Oscar Niemeyer, para el Museo de Arte Moderno de Caracas, y junto al español, Eduardo Torroja, diseñó el Club Táchira.
Construyó el Pabellón de Venezuela para la Exposición Universal de Hannover 2000, proyecto polémico, pero que resultó del agrado de los visitantes (fue, luego del Pabellón de Alemania, el segundo más visitado). Entre las obras de Fruto Vivas destacan, la iglesia del Santo Redentor en Táchira y el Museo de Arte Moderno de Caracas.
Otras obras son los hoteles La Cumbre, en Ciudad Bolívar y Moruco en Mérida; el Palacio Municipal de Girardot en Maracay; la plaza Mayor de San Cristóbal; el árbol para vivir, entre otros. En el 2014 se le reconoció con el Premio a la trayectoria Iberoamericana de Arquitectura por acercarse a “una arquitectura y un urbanismo orientados a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”.
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VTV/YD/CP