Uso inadecuado de la pólvora genera consecuencias negativas en la salud
Aunque las quemaduras son las consecuencias más conocidas, la pólvora también afecta otras partes del cuerpo. La exposición prolongada a los altos niveles de ruido, producidos por las detonaciones constantes, causan lesiones auditivas. Además, la concentración en el ambiente de partículas tóxicas ocasionadas por la pirotecnia afecta el sistema respiratorio.
¿Qué tipo de lesiones pueden sufrir los oídos?
Los factores intensidad y distancia son determinantes para definir la gravedad del daño que pueden sufrir tus oídos cuando estás expuesto a una quema de pólvora. Es decir, entre mayor sea el petardo y menor sea la distancia, más probabilidades hay de causar una afección.
Fases de un trauma acústico
Tinnitus o Acúfeno: quizá por el nombre te parezca extraño, pero seguramente ya lo has experimentado. Se trata del pitido agudo que escuchas después de estar expuesto a sonidos fuertes.
Esta es la primera alerta que, sin importar lo leve que parezca, significa un daño a nivel auditivo y debes consultar con el otorrinolaringólogo de manera inmediata.
Déficit en comprensión del lenguaje: Si el daño ha sido mayor y la exposición más intensa, empezarás a notar que, a pesar de escuchar, te cuesta entender lo que las demás personas dicen.
Hipoacusia: Instauración de pérdida auditiva, esta lesión debe ser atendida por un especialista para darle el manejo adecuado y lograr su recuperación.
Si experimentas un trauma auditivo en cualquier momento, esté o no relacionado con la exposición al ruido, es fundamental consultar con el otorrinolaringólogo, ya que entre más tiempo pases sin recibir el tratamiento adecuado, más ireversible es la lesión.
¿Cómo se ven afectados tus pulmones por la pólvora?
Ser observador de la quema de pólvora es nocivo para tu salud. El humo producido por la pirotecnia, que entra al cuerpo en forma de micropartículas, genera problemas respiratorios, como:
Episodios de ahogo y deterioro de los pulmones en las personas que ya sufren afecciones respiratorias.
Hipersensibilidad en los pulmones y bronquios.
Tos.
Dolor de cabeza.
Aumento en la producción de moco.
Picazón en la nariz.
Estos síntomas pueden pasar de leves a graves de acuerdo con la cantidad de humo y el estado de salud de la persona. Por eso, no debes dejar de consultar, en este caso, al neumólogo, para recibir el tratamiento adecuado.
Cuida de las personas a tu alrededor
Las intensidades sonoras y el humo, productos de la quema de pólvora, no representan el mismo riesgo para todos; existen grupos poblacionales que debemos proteger con mayor atención:
Los niños.
Los adultos mayores.
Las personas que, por factores genéticos, son propensas a padecer pérdida auditiva.
Las personas que padecen afecciones respiratorias
Para evitar accidentes, la pólvora debe ser manipulada por expertos que protejan su salud con equipos especiales que cubran su cuerpo y mitiguen el impacto, además de velar por la seguridad de los espectadores, y así evitar exposiciones riesgosas.
Fuente: Nota de prensa
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