La Tierra tendrá un destino inevitable cuando el Sol se transforme
En el vasto escenario cósmico, la Tierra tiene un destino inevitable: la destrucción. Aunque este desenlace no ocurrirá en un futuro cercano, la transformación del Sol en una estrella gigante roja es una realidad que el planeta enfrentará en unos miles de millones de años.
El camino hacia la destrucción:
El Sol, una estrella que ha proporcionado la energía vital para sustentar la vida en la Tierra durante miles de millones de años, es una estrella de tipo espectral G2V en la secuencia principal. Actualmente, está en el apogeo de su vida, fusiona hidrógeno en helio a una tasa constante. Sin embargo, este proceso no durará para siempre.
A medida que el Sol envejece, agotará gradualmente su suministro de hidrógeno en el núcleo. Cuando esto suceda, comenzará una serie de transformaciones que llevarán a la Tierra hacia su destrucción. La primera etapa se caracterizará por la expansión del Sol, convirtiéndose en una estrella gigante roja.
La transformación en una estrella gigante roja:
Cuando el núcleo del Sol agote su hidrógeno, la fusión nuclear se trasladará a las capas externas de la estrella. A medida que se produce esta fusión en una región más externa, la energía liberada provocará una expansión significativa. El Sol aumentará su tamaño, engullendo todo a su paso, incluyendo a la Tierra.
En este punto, la Tierra enfrentará temperaturas extremadamente elevadas a medida que se acerque al sol en expansión. La vida en la Tierra, tal como la conocemos, será insostenible debido a las altas temperaturas y la exposición a la radiación solar intensa. Los océanos se evaporarán y la atmósfera se desvanecerá y dejará un planeta desolado e inhabitable.
Fuente: Agencias internacionales
VTV/CC/EMPG