Tiburones de visita venció 4-2 a Bravos en extra innings

Leonardo Reginatto cumplió con su cometido de desempatar el encuentro y darle la victoria en extra innings a Tiburones de La Guaira 4 a 2 ante Bravos de Margarita en el Stadium Nueva Esparta.

El dominicano Ángel Ventura y el zurdo Henry Centeno se mandaron un estelar compromiso desde la lomita, en el que poco le permitieron reaccionar al rival, refieren medios especializados en deportes.

El primero trabajó 6.1 entradas con una rayita admitida y siete ponches recetados. Mientras que, el segundo logró abarcar 6.2 con cinco inatrapables recibidos, una carrera inmerecida, dos boletos otorgados y tres abanicados sentenciados.

 

La Guaira hizo daño primero en el marcador con elevado de sacrificio de Edgar Durán en la parte alta del sexto, con el que Heiker Meneses aprovechó de engomarse.

Un capítulo más tarde, los locales empataron el resultado con cohete de Henry Blanco y anotación de Osniel Madera.

Sin embargo, el pitcheo abridor no fue el único lujo en el morrito, ya que, con la pizarra emparejada, el bullpen hizo lo suyo para cada equipo, hasta que Samir Dueñez logró romper el acto en el noveno tramo con sencillo suave al lado derecho, suficiente para enviar a Greifer Andrade al plato.

Cuando los visitantes creían tener el duelo amarrado, aunque sea con una sola rayita de diferencia, los neoespartanos volvieron a empatar el cotejo con Blanco, nuevamente como protagonista.

El receptor se sacrificó con elevado al patio derecho, lo más lejos posible, para que Tomás Morales pudiera anotar desde la antesala ante los envíos del derecho Gregory Infante.

El cerrador de los escualos falló en su intento de guardar el rescate y asegurar el octavo candado de la temporada, lo que le ocasionó su primer blown save del año y permitir llevar el juego a entradas extras.

En la baja del inning 10, Jhoan Quijada entró en el desafío por Infante. Eso se convirtió en un momento decisivo para el serpentinero de 25 años de edad, que tenía en su mano la blanca pelota con la posibilidad de cerrar un juego en su estado natal.