Siria enfrenta histórica crisis alimentaria ante grave sequía

Siria atraviesa una de las peores crisis alimentarias de su historia reciente, agudizada por la sequía más severa desde 1989, que redujo en casi 40 por ciento la producción nacional de trigo, reseña Prensa Latina. De acuerdo con estimaciones del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, alrededor de tres millones de sirios podrían enfrentar una situación de hambruna severa, mientras que más de la mitad de la población, calculada en 25,6 millones de habitantes, padece ya niveles de inseguridad alimentaria.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó que el déficit de trigo se eleva a dos millones 73 mil toneladas métricas en el presente año, cantidad suficiente para cubrir las necesidades anuales de 16 millones de personas. A pesar de la magnitud del desafío, el nuevo gobierno encabezado por el presidente Ahmed Al-Shara aún no ha concretado acuerdos de importación a gran escala.

En lo que va de temporada, solo ha adquirido 373 mil toneladas de los productores locales, la mitad de lo recolectado en el ciclo anterior. El país requiere importar al menos dos millones 55 mil toneladas para compensar la caída productiva. Damasco ha dependido de pequeños envíos no superiores a 200 mil toneladas mediante contratos privados, además de la ayuda puntual de 220 mil toneladas provenientes de Irak y 500 toneladas de harina suministradas por Ucrania.

La mitad de la población corre el riesgo de sufrir los efectos de la sequía, especialmente por la disminución de la disponibilidad de pan, alimento vital en contextos de crisis, alertó el representante de la FAO en Siria, Tony Ettel. Según cifras oficiales, la producción nacional de trigo no sobrepasará 1,2 millones de toneladas en 2025, frente a los cuatro millones alcanzados en los años previos a 2011, antes de la guerra.

Para incentivar la comercialización de la cosecha interna, el Ejecutivo elevó el precio de compra a 450 dólares por tonelada. Sin embargo, agricultores de las provincias de Homs y Hasakeh describen la actual temporada como “la peor de la historia”, pues gran parte de ellos perdió sus cultivos por completo o tuvo que destinarlos a la alimentación animal.

La crisis coincide con la suspensión en mayo pasado de las sanciones unilaterales estadounidenses contra Siria, decisión anunciada por el jefe de Estado norteamericano, Donald Trump. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, las importaciones sirias de trigo podrían alcanzar las dos millones 150 mil toneladas en la temporada 2025-2026, un 53 por ciento más que en la anterior.

Fuente: Prensa Latina

VTV/NA/CP