Senado de EE. UU. bloquea proyectos de ley y activa el cierre del Gobierno Federal
El Senado estadounidense rechazó los principales proyectos de ley sobre financiamiento, lo que acerca el cierre del Gobierno federal previsto para las primeras horas del 1 de octubre de 2025. La Cámara Alta desestimó tanto la propuesta republicana aprobada por la Cámara de Representantes como la iniciativa presentada por los demócratas, lo que impide la aprobación de un presupuesto para los próximos siete meses.
La Oficina de Administración y Presupuesto emitió un memorando que instruye a las agencias afectadas a ejecutar sus planes para un cierre ordenado. El vicepresidente J.D. Vance responsabilizó a los demócratas por no aceptar acuerdos, mientras que el líder del Senado, Chuck Schumer, reconoce diferencias profundas en temas como salud pública. “Depende de los republicanos si quieren cerrar el Gobierno o no”, afirmó.
El presidente Donald Trump asegura que su Administración no busca un cierre, al considerar que el país atraviesa un momento favorable. Sin embargo, el estancamiento legislativo mantiene en riesgo el funcionamiento de múltiples oficinas federales, que podrían cesar operaciones si no se aprueba una nueva ley de gastos.
¿Qué es un cierre del Gobierno federal para EE. UU.?
El Gobierno federal solo puede utilizar fondos autorizados por el Congreso mediante leyes de gasto o resoluciones continuas. Cuando se agota el presupuesto y no se aprueba una nueva asignación, las agencias deben suspender gran parte de sus actividades. Los servicios esenciales, como seguridad nacional y pagos de la Seguridad Social, continúan, pero miles de empleados enfrentan licencias sin sueldo. En esta ocasión, la administración de Donald Trump prepara despidos permanentes, lo que podría reducir la plantilla incluso después de restablecer la financiación.
Los cierres generan impactos económicos significativos. Un ejemplo es el año 2019, cuando sucedió lo mismo con el Producto Interno Bruto (PIB), que perdió ocho millones de dólares en el primer trimestre, con una baja definitiva de tres millones. Contratistas, trabajadores sin salario y empresas que dependen de permisos federales figuran entre los sectores más afectados. El actual escenario podría resultar más severo por la intención de aplicar recortes estructurales en el aparato estatal.
Fuente: Medios Internacionales
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