Seis datos claves del cónclave que elegirá al nuevo Papa

El cónclave para elegir al nuevo Papa arranca el próximo 7 de mayo y en esta oportunidad será el más internacional de la historia, con representantes de 70 países de los cinco continentes, y aunque en su mayoría fueron elegidos por Francisco, se presentan como un grupo heterogéneo que no se conoce.

A continuación le presentamos seis datos claves del cónclave que elegirá al sucesor de Francisco:

1. Un colegio cardenalicio diverso y sin bloque definido:

El cónclave tendrá 135 electores (2 menos por bajas médicas) de 70 países, con fuerte peso de América (37) y Europa (53). Doce naciones debutan, como Haití, Timor Oriental y Sudán. Aunque el 80% fueron nombrados por Francisco, no forman un bloque homogéneo.

2. Matemática vaticana: 87 votos para ganar

El futuro Papa necesitará dos tercios de los votos (87, frente a los 77 de 2013). Italia lidera con 17 electores, seguida de EE.UU. (10) y Brasil (7). México aporta 2; Cuba, Chile y Colombia, 1 cada uno.

3. Juventud vs. experiencia

La edad media ronda los 72 años, pero hay contrastes: el cardenal español Osoro Sierra (casi 80) y el ucraniano-australiano Mikola Bychok (45). Solo 15 electores tienen menos de 60 años.

4. Corrientes en pugna

– Diplomáticos: Apuestan por Pietro Parolin (Secretario de Estado).
– Moderados: Buscan continuidad con figuras como Mario Grech (Sínodo) o el español López Romero (diálogo interreligioso).
– Conservadores: Critican a Francisco y podrían impulsar al húngaro Peter Erdő o al alemán Mueller.
– Bergoglianos: Favorecen al filipino Tagle o al italiano Zuppi (mediador en Ucrania).

5. ¿Un Papa italiano?

Tras tres pontífices extranjeros (polaco, alemán, argentino), los medios italianos presionan por un retorno a la tradición. Zuppi, Parolin y Pizzaballa (patriarca de Jerusalén) son sus cartas fuertes.

6. Incógnita latinoamericana

Aunque Brasil y Argentina suman 15 cardenales, su influencia está fragmentada. Ningún nombre iberoamericano suena fuerte, salvo el guatemalteco Aguilar (pero no es elector).

En conclusión, este es un cónclave sin favorito claro, donde la geopolítica eclesial pesará más que nunca.

 

 

Fuente: Medios internacionales

 

VTV/SB/CP