Al ritmo del Calipso pueblo de El Callao despide a Jorge Clark Wallace
Al Ritmo del Calipso, el pueblo de El Callao y cultores de esta manifestación tradicional venezolana, despidieron a uno de sus máximos exponentes, Jorge Clark Wallace, quien en vida fuera embajador ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para la Declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La información la suministró el Gabinete regional del Ministerio del Poder Popular para la Cultura del estado Bolívar por medio de su cuenta en Twitter @minculturao.
Al Ritmo del Calipso, El Callao Despide a una de sus Máximos exponentes Culturales, Jorge Clark Wallace, Embajador ante la Unesco para la Declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad.@VillegasPoljak @kvmillan @moraomar15@SCULTURABOLIVAR @amarcanopsuv @comandosergioh pic.twitter.com/m5OQuSndJm
— MinCultura Bolívar (@minculturao) December 26, 2021
Por su parte, el ministro de la cartera cultural, Ernesto Villegas, se sumó al duelo del pueblo de El Callao por la partida física Jorge Clark Wallace, “líder cultural de sus coloridos carnavales, patrimonio cultural de Venezuela y declarados por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.
Desde @minculturave nos sumamos al duelo del pueblo de El Callao ante la partida física de Jorge Clark Wallace, líder cultural de sus coloridos carnavales, patrimonio cultural de #Venezuela y declarados por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. https://t.co/aFsqtCWxHq
— Ernesto Villegas Poljak (@VillegasPoljak) December 26, 2021
Wallace, fue uno de los fundadores de la agrupación Nueva Onda hermanos Clark, donde fue la voz líder por más de 51 años y hace pocos días los organizadores de los Carnavales de El Callao anunciaron que seria el homenajeado en la edición 2022, por el aporte brindado a esta festividad Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Nacido en El Callao el 04 de febrero de 1946 y su dilatada trayectoria del Calipso, al ritmo de los Tambores y el Bumbac, permitió que la comunidad de su pueblo lo reconociera como patrimonio viviente. LAV/MQ