Desde hace 9 años restos simbólicos de «Manuelita» se encuentran en el Panteón Nacional

Desde el 5 de julio de 2010 los restos simbólicos de Manuela Sáenz, también conocida como «Manuelita» o «La Libertador del Libertador», se encuentran en el Panteón Nacional, junto a los del Padre de la Patria, Simón Bolívar.

El presidente de la República, Nicolás Maduro, sostuvo en su cuenta en la red social Twitter que «Hace 9 años llegó al altar de los grandes héroes, la Generala de Ayacucho, Manuela Sáenz, para el encuentro con su eterno amor, Simón Bolívar».

Calificó el traslados de los restos simbólicos de la patriota oriunda de Quito, Ecuador, como un acto de justicia que saldó la deuda histórica con la ilustre luchadora que contribuyó a liberar los pueblos de la Patria Grande.

Manuela Sáenz, nació el 27 de diciembre de 1797. Destacó por su valentía y compromiso por la libertad de América. 

Combatió en la Batalla de Pichincha, en la que recibió el grado de teniente de húsares del Ejército Libertador. Posteriormente, luchó en Ayacucho bajo las órdenes del mariscal Antonio José de Sucre, quien le sugirió a Bolívar su ascenso a coronela, rango que le fue concedido.

Lograda la Independencia, Bolívar y Manuela se radicaron en la ciudad de Santa Fe de Bogotá, donde el 25 de septiembre de 1828, el Libertador sufrió un atentado, que se frustró gracias a la valiente intervención de «Manuelita». Sus enemigos políticos, conjurados para darle muerte aquella noche, fueron descubiertos por Manuela, al entrar al palacio de San Carlos (actualmente sede de la Cancillería de Colombia). La valiente mujer se plantó frente a los rebeldes, dando tiempo a que Bolívar salvara su vida, al escapar por la ventana. Por estas acciones, el mismo Bolívar la llamó la “Libertadora del Libertador”.

Después del fallecimiento de Bolívar,  Francisco de Paula Santander desterró a «Manuelita» de Colombia, por lo cual tuvo de marchar exiliada a Jamaica. Regresó a Ecuador en 1835, pero su pasaporte fue revocado, por lo cual decidió instalarse en el pueblo de Paita, al norte del Perú. 

Falleció el 23 de noviembre de 1856, en Paita, Perú, durante una epidemia de difteria que azotó la región. Su cuerpo fue sepultado en una fosa común del cementerio local y sus posesiones fueron incineradas, incluyendo una parte importante de las cartas de amor de Bolívar y documentos de la Gran Colombia que aún mantenía bajo su custodia. 

El 5 de julio de 2010, durante la conmemoración del 199° aniversario de la firma del Acta de Independencia de Venezuela, el Comandante Hugo Chávez ingresó en el Panteón Nacional los restos simbólicos de Manuela, un cofre que contiene tierra de la localidad peruana de Paita, donde fue enterrada esta extraordinaria mujer latinoamericana, ejemplo de lucha y valor.