¿Qué pasa si le doy refresco a un bebé de 0 a 6 meses?
¿Qué pasa si le doy refresco a mi bebé? En redes sociales e Internet abunda esta pregunta y otras sobre la alimentación que debe recibir un bebé de 0 a 6 meses. ¿Es seguro ofrecerle refresco? ¿Y qué hay de los snacks ultraprocesados como los chetos?
La respuesta es clara, directa y respaldada por instituciones como Clínica Mayo y Children’s Health: ningún tipo de refresco ni alimento procesado debe darse a un bebé, especialmente durante sus primeros meses de vida. Hacerlo no solo carece de valor nutricional, sino que puede provocar efectos devastadores en su desarrollo.
Aunque en apariencia un sorbo de refresco pueda parecer inofensivo, su composición es profundamente agresiva para un organismo tan inmaduro como el de un recién nacido. La mayoría de estas bebidas contiene:
- Altas cantidades de azúcares añadidos.
- Cafeína, que afecta el sistema nervioso en desarrollo.
- Ácido fosfórico, que interfiere con la absorción de calcio.
- Colorantes y conservadores químicos, sin valor nutricional.
Estos ingredientes no solo son innecesarios para un bebé, son potencialmente peligrosos. A tan corta edad, el hígado, los riñones y el intestino aún están en formación y no están preparados para procesar estas sustancias. Dar refresco a un bebé puede ocasionar daños inmediatos y a largo plazo, entre los que se incluyen:
- Cólicos severos y diarrea por la incapacidad del sistema digestivo para manejar los azúcares y químicos.
- Deshidratación, ya que el refresco no hidrata, sino que extrae líquidos del cuerpo.
- Riesgo de obesidad infantil temprana.
- Irritabilidad, insomnio y alteraciones neurológicas causadas por la cafeína.
- Daño en el esmalte dental, incluso antes de que los dientes broten.
- Déficits nutricionales, al sustituir líquidos esenciales como la leche materna o fórmula.
El daño es tanto fisiológico como cognitivo, ya que la nutrición en los primeros meses define el desarrollo del cerebro y del sistema inmunológico. Las recomendaciones son contundentes: hasta los seis meses de edad, los bebés deben alimentarse exclusivamente con leche materna o fórmula infantil. No necesitan agua, jugo ni ningún otro tipo de líquido o sólido.
Fuente: Medios Internacionales
VTV/SB