¿Por qué se nos hace agua la boca?
La sensación de salivación es una respuesta fisiológica que todos hemos experimentado, ya sea al imaginar nuestro platillo favorito o al anticipar el primer bocado de una deliciosa comida. Vamos a conocer los mecanismos detrás del porqué se nos hace la boca agua, explorando la intrincada red de señales y respuestas que desencadenan este reflejo salivar.
El Reflejo Salivar: Una Danza de Señales
El proceso de salivación es un ejemplo asombroso de cómo nuestro cuerpo responde de manera automática a estímulos específicos. Este reflejo, también conocido como la respuesta salival, es controlado por el sistema nervioso autónomo y se activa tanto por estímulos físicos como por estímulos psicológicos.
El Papel de las Glándulas Salivales
Las glándulas salivales, ubicadas en la boca y la garganta, son los actores principales en el proceso de salivación. Tres pares de glándulas principales, las parótidas, submandibulares y sublinguales, liberan saliva en respuesta a las señales del sistema nervioso.
Estímulos Físicos: La Clave del Reflejo
Cuando nos encontramos con alimentos o incluso imaginamos su sabor, los receptores de sabor en la lengua envían señales al cerebro a través del nervio facial y el nervio glosofaríngeo. Estas señales estimulan el núcleo salival en el tronco cerebral, que a su vez envía impulsos nerviosos a las glándulas salivales, desencadenando la producción y liberación de saliva.
Fuente: Agencias Internacionales
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