Perder peso en la mediana edad reduce 35 % el riesgo de fallecimiento prematuro
Un estudio finlandés analizó datos de 23 mil personas durante décadas y descubrió que quienes perdieron peso entre los 40-60 años sin intervenciones médicas redujeron su riesgo de deceso prematuro en un tercio. Los beneficios incluyeron menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, cáncer y EPOC en la vejez.
El autor principal de la Universidad de Helsinki, doctor Timo Strandberg, explicó que la mayoría logró estos resultados solo con dieta y ejercicio, ya que los datos se recolectaron antes de los tratamientos actuales para obesidad. Sin embargo, expertos independientes advirtieron limitaciones: el estudio solo incluyó población europea blanca y el índice de masa corporal no diferencia entre grasa y músculo.
Aunque la investigación no estableció causalidad directa, Strandberg destacó que los hábitos asociados a la pérdida de peso (dieta mediterránea y 150 minutos semanales de ejercicio) explican gran parte de los beneficios. El estudio refuerza que combatir la obesidad requiere cambios estructurales en el acceso a alimentos saludables y espacios para actividad física, no solo esfuerzos individuales. Para quienes buscan mejorar su salud, la evidencia es clara: pequeñas reducciones de peso mantenidas en el tiempo pueden cambiar radicalmente el envejecimiento.
Hacer ejercicio en la mediana edad ofrece numerosos beneficios para la salud física y mental, como reducir el riesgo de enfermedades crónicas, mejorar la salud cardiovascular, prevenir la pérdida de masa muscular y ósea, y fortalecer la salud mental.
Fuente: Medios internacionales
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