OPINIÓN | Salida de EE.UU. del Tratado de Cielos Abiertos: ¿Una amenaza para la seguridad internacional?, por Ramón Rodríguez Montero

El Tratado de Cielos Abiertos se firmó en 1.992 para mejorar el sistema de control de las actividades militares y generar confianza, pues, otorga a sus miembros el derecho de realizar vuelos de observación sobre los territorios de los países signatarios; hasta la fecha 34 Estados lo han suscrito, entre ellos: Rusia, EE.UU., además de varias ex repúblicas soviéticas, así como algunos Estados europeos miembros de la OTAN. Los países miembros no tienen derecho a negar vuelos de inspección salvo en casos excepcionales; por ejemplo, cuando se realizan ejercicios militares en la zona a ser sobrevolada, cabe destacar que cada sobrevuelo cuenta con representantes del país anfitrión, y además, el recorrido se realiza desde un aeródromo coordinado, entre las partes.

Al retirarse del Tratado de Cielos Abiertos (TCA), Estados Unidos de Norteamérica aumenta el riesgo de complicar la situación geopolítica actual, y con ella, la escalada de tensión con Rusia y Europa, ¿cual es la razón oficial para dar este paso? EE.UU. argumenta que Rusia incumplió los acuerdos firmados. Los expertos, señalan que los vuelos de inspección multiplicaron con creces la información obtenida por satélites de reconocimiento; asimismo el TCA es una herramienta muy valiosa para los Estados que no tienen sus propios sistemas espaciales de seguimiento de las actividades militares de otras naciones.

Medios de comunicación estadounidenses citan tres razones que motivaron a la Casa Blanca a abandonar TCA y es que, tanto en la administración estadounidense, como en el Pentágono y el Congreso, así como voceros de los poderes fácticos afirman que Moscú recopila más datos de los pautados en las normativas en las inspecciones a los Estados Unidos; a la vez que sostienen que EE.UU. no perderá nada al retirarse del referido tratado y utilizarán satélites para obtener información sobre actividades militares en Rusia, también pudiera haber problemas presupuestarios para renovar la flota estadounidense obsoleta del TCA.

Mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia criticó los intentos de Washington de justificar su salida del acuerdo. acusando a la nación eslava de violentar el acuerdo al restringir los vuelos sobre la región de Kaliningrado, así como de retirar el permiso para ejecutar parte del plan previamente acordado de la misión estadounidense-canadiense durante los ejercicios Center-2019 realizados en noviembre de ese año. Por su parte la cancillería rusa explicó que la prohibición fue dictada por la dificultad de garantizar la seguridad en ese momento, y le pidió a los Estados Unidos que sobrevolara la zona en otro momento, pero EE.UU. rechazó esta propuesta.

La cancillería rusa ha denunciado en reiteradas oportunidades las violaciones de los términos de este tratado por parte de Washington; mientras que las autoridades estadounidenses redujeron el alcance y la altitud máximos permitidos de los vuelos y estableció restricciones en el espacio aéreo de Hawái, Alaska y las Islas Aleutianas entre otras medidas no previstas en el TCA.

Las autoridades rusas destacaron que todos los problemas se resuelven poniendo de lado la confrontación, así como trabajando sobre la base de la cooperación y el equilibrio de los intereses de las partes ante la necesidad de mantener un sistema de controles y equilibrios; consideran que nada impide que el tema sea discutido por los expertos.

Por otra parte, Washington concreta su salida del tercer acuerdo internacional TCA al destruir su sistema de control de armas, basta recordar que en el año 2001 E.E.U.U. se retiró del Tratado sobre la limitación de los sistemas de defensa antimisiles y en 2019 anunció su retirada del Tratado sobre misiles de mediano y corto alcance. Estas aventuras atentan contra la confianza construida durante décadas en este sistema, y rescindir estos tratados sin crear una alternativa consensuada puede desestabilizar del escenario internacional y probablemente originar una nueva carrera armamentista.

La palabra y acción de Donald Trump, no solo sorprenden y preocupan a la comunidad internacional y desde luego desconciertan al Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación de Rusia, sino que también alarman seriamente a los propios estadounidenses: por lo que, los congresistas de Washington la calificaron como una «bofetada a los aliados en Europa» y presentaron un proyecto de ley para prohibir a Trump retirarse de los acuerdos internacionales por su cuenta.

Ramón Rodríguez M.

Periodista

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@rrodriguezmontero