Ola de protestas indígenas sacuden a Colombia

Al menos 15.000 indígenas se han mantenido protestando en el departamento del Cauca, para exigir al Gobierno de Colombia que cumpla con los acuerdos alcanzados, como la adjudicación de tierras y su derecho a ser consultados respecto a proyectos mineros en sus territorios, reseñaron medios internacionales.

Voceros de estos pueblos originarios denunciaron que también han sido sometidos a violencia, despojo de sus tierras, persecuciones, asesinatos, entre otros crímenes. 

Las comunidades indígenas que hacen vida en el Cauca exigen al Gobierno del presidente Iván Duque que respete los acuerdos pactados por su antecesor, Juan Manuel Santos, quien les aseguró que sus tierras les pertenecen amparadas en el derecho ancestral y colonial.

Entre las demandas de los pueblos indígenas resaltan, un incremento de la inversión contemplada en el Plan Nacional de Desarrollo, la hoja de ruta del período presidencial. Una cantidad que actualmente supera los 3.000 millones de dólares y que las comunidades consideran insuficiente. 

Las movilizaciones ya han dejado varios muertos –al menos ocho fallecieron manipulando explosivos, según el ministro de Defensa, y un manifestante murió al recibir unos disparos– y decenas de heridos en los enfrentamientos con el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). Esta modalidad de protesta no es nueva. Se llama minga, que en lengua quechua es una tradición de trabajo agrícola colectivo, y tanto Álvaro Uribe como Juan Manuel Santos tuvieron que acceder a negociar con sus representantes. Tanto es así que, según los portavoces del movimiento, hay más de mil compromisos de diversa índole que se quedaron por el camino.

Érika Giraldo vocera consejera de comunicaciones del Consejo Regional Indígena de Caldas (Cridec), recordó que “las tierras que reclaman nos fueron entregados en los años 1500 y 1600, cuando hubo una ocupación de nuestros ancestros. Ahora, esos lugares se han convertido en globos de tierra y las comunidades están en estado de confinamiento. Incluso, hay nuevos resguardos que se encuentran en la pobreza extrema. Estamos hablando de una deuda histórica que aún no ha sido saldada”.

Asimismo piden ser reconocidos como un Gobierno autónomo para poder dialogar de Gobierno a Gobierno y no de Gobierno a minorías, como se hace en la actualidad.

Sin embargo, el presidente Iván Duque ha declinado, por el momento, reunirse con los representantes indígenas. Quiere evitar crear un precedente y primero, sostiene, deben acabar los cortes de la Panamericana que impiden el abastecimiento de la región y dificultan el acceso al puerto de Buenaventura, el principal del país y uno de los más importantes de la costa del Pacífico. “He dicho que sin vías de hecho, allá estará el presidente», aseguró en días pasados.

Ante la gravedad de la crisis, Naciones Unidas pidió el pasado jueves que se mantengan los canales de diálogo y mostró su preocupación por los episodios de violencia. La oficina colombiana de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recuerdan a las partes que «el uso de la fuerza en manifestaciones públicas debe ser excepcional y en circunstancias estrictamente necesarias conforme a los principios internacionalmente reconocidos».  «El diálogo es fundamental para la atención a las demandas sociales y es la única salida», defienden las organizaciones.     /CP