Amenhotep I fue el único faraón que no había sido estudiado por los científicos debido a su excepcional estado de conservación, pero gracias a una tomografía computarizada tridimensional pudieron ver a través de sus vendas algunos detalles que eran desconocidos hasta ahora.
Los resultados del estudio de un equipo de investigadores liderado por la Universidad del Cairo revelaron que Amenhotep I tenía una estatura aproximada de 1.69 metros, tenía una dentadura en buen estado con los dientes superiores ligeramente salientes y estaba circuncidado. También se supo que el faraón tenía un mentón estrecho, una nariz pequeña, el pelo rizado y que murió cuando tenía 35 años aunque no se encontraron evidencias de heridas, desfiguraciones o enfermedades que revelen lo que le causó la muerte.
Los investigadores observaron que
el faraón llevaba 30 piezas de joyería consideradas como amuleto
s y una faja metálica que probablemente sea de oro. Asimismo, la tomografía reveló que los restos del faraón sufrieron lesiones
post mortem. La hipótesis sugiere que estas lesiones fueron ocasionadas por los ladrones de tumbas, ya que se sabe que el sarcófago de Amenhotep I fue abierto hace más de 3.000 años y cuatro siglos después de su entierro original para que los sacerdotes restauren los daños causados. CC7JML
Fuente: Sputnik