Captura de Rodrigo Cabezas alerta a Machado por datos de los «comanditos terroristas»

La reciente captura en Maracaibo de Rodrigo Cabezas, conocido con el alias de “El Economista Enmascarado”, genera gran preocupación a la extrema derechista María Corina Machado debido a que “maneja mucha información de cómo estaba conformada la red de los comanditos terroristas de Vente Venezuela en el Zulia”.

La información se dio a conocer a través de la misiva del Patriota Patricio “El Maracucho” leída por el ministro del Poder popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello durante el  programa “Con el Mazo Dando” que transmite Venezolana de Televisión (VTV), donde destacó que dicha detención pueda destapar una vasta red de conspiración y desestabilización en el occidente del país debido a que Cabezas posee información importante sobre la conformación de «redes terroristas» vinculadas a la organización Vente Venezuela en el estado Zulia.

Detalló que la detención de Cabezas se habría producido luego de que Juan Pablo Guanipa, alias “Tequeño Crudo”, durante un interrogatorio lo habría señalado como uno de los principales asesores económicos de «La Sayo» y colaborador en planes conspirativos contra la economía nacional.

Asimismo, comentó que el patriota cooperante “Pokémon”, informó extraoficialmente que el teléfono celular de Rodrigo Cabezas contenía una cantidad importante de información relevante para la investigación, lo que podría arrojar luz sobre la magnitud de estas operaciones desestabilizadoras.

“El Maracucho” comentó que según «el “Tequeño Siniestro”, “La Sayo” últimamente se estaba comunicando más con Rodrigo Cabeza para operar en el Zulia que con él porque acordáte que María Corina ya no le tenía confianza al Tequeño Desabrido».

Del mismo modo, Cabello, cuestionó enérgicamente las «mentiras» emanadas por las autoridades colombianas respecto a la supuesta captura de un integrante de la estructura delictiva del Tren de Aragua. En este mismo contexto, Cabello enfatizó que en Colombia persiste una «violencia histórica», sugiriendo una crítica a la narrativa colombiana en la que resalta la situación interna de su vecino.