Con una masacre y FAKE NEWS derecha provocó Golpe de Estado contra Chávez
Este jueves se cumplen 17 años del Golpe de Estado del 11 de abril de 2002, el primero perpetrado por la derecha opositora contra el comandante Hugo Chávez Frías y el Gobierno Bolivariano. Utilizaron para ello una masacre callejera planificada con meticulosidad y el uso de mentiras -difundidas a través de medios de comunicación privados que se prestaron para la construcción de una realidad falsa y engañar solapadamente- hoy conocidas como FAKE NEWS (noticias falsas).
La conspiración tuvo éxito inicial al confundir a los venezolanos mediante la propalación de supuestas noticias en los medios de la gran prensa privada nacional, en especial la televisión. Para ello cerraron y silenciaron el Canal del Estado, Venezolana de Televisión (VTV), el mismo 11 A, con lo cual evitaron que la verdad pudiera conocerse.

El golpe se fraguó con participación de quienes fungían como presidentes de la patronal Fedecámaras, el empresario Pedro Carmona Estanga; de la extinta Confederación de Trabajadores (CTV) a cargo de Carlos Ortega, y de los gerentes que se autobautizaron como “meritócratas” de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), encabezados por Juan Fernández. Todos ellos, y algunos muchos otros implicados, entre ellos Julio Borges, fueron bendecidos por la jerarquía de la iglesia católica venezolana.

Esta terna, nunca antes asociada en Venezuela, acusaba al Gobierno Bolivariano de “dictadura”. Pero igualmente se les permitía manifestar libremente. El 10 de abril convocaron a un paro y a una marcha hacia la urbanización Chuao, ubicada en el municipio Baruta, estado Miranda, que luego desviaron en forma ilegal hacia el Palacio Presidencial de Miraflores, donde se encontraba el pueblo revolucionario concentrado.
Con la complicidad de cuerpos policiales municipales de Chacao, Baruta, con alcaldes opositores, y de la Policía Metropolitana, a cargo de la antigua Alcaldía Mayor en manos de otro dirigente derechista, arrearon a los venezolanos opositores a lo que después se denunció -con evidencias gráficas- como una “masacre planificada” de francotiradores extranjeros contratados por los conjurados en el golpe. Ciudadanos venezolanos de ambos bandos políticos cayeron, muertos con balas certeras a la cabeza.
La planificación fue rematada con la difusión y «explicación» de un video trucado, por parte de un locutor de Venevisión, Manuel Sainz, con el que se acusaba falsamente a simpatizantes del Gobierno Bolivariano de matar a marchistas opositores, pese a que en realidad se defendían de la metralla disparada hacia el Puente Llaguno por parte de la otrora Policía Metropolitana (PM) y de los francotiradores que se habían apostado desde las azoteas de algunos edificios.

Los medios radioeléctricos sabotearon, además, la transmisiones oficiales del Gobierno y la mentira se irradió a la población civil, así como a algunas unidades castrenses. No obstante, como se supo después, algunos oficiales estaban al tanto de la conspiración y trabajaron para concretar el golpe.
A altas horas de la noche de ese jueves 11 y madrugada del viernes, el Presidente Hugo Chávez fue secuestrado por los militares complotados y junto a los medios privados se mintió sobre su supuesta renuncia y la falsa destitución del Vicepresidente y del Gabinete Ejecutivo.
12 de abril
El viernes 12 se inició una persecución contra todos los identificados con el “chavismo”, con represión, detenciones arbitrarias e incluso muertos por disparos de la policía. Los medios ocultaban las protestas populares que denunciaban la represión, el secuestro presidencial y el reclamo de la presencia del comandante Chávez.
Entre tanto, en Miraflores arribó el empresario Pedro Carmona Estanga anunciando la conformación de un “Gobierno Democrático de Transición”.
Enseguida el Gobierno de EE.UU. y de España, así como algunos gobiernos de derecha, reconocieron al gobierno de Carmona Estanga y culparon a Chávez de lo sucedido, de los muertos en la masacre y de su derrocamiento. Se produjeron, incluso, asedios y atentados a embajadas extranjeras, como la de Cuba.

13 de abril
El sábado 13 de abril se reunió una representación de la oligarquía venezolana para apoyar la autojuramentación de Carmona Estanga en Miraflores. El cuadro de Bolívar fue retirado y botado a un depósito, tal como se constató durante la transmisión de esa actividad dictatorial y revelado posteriormente.
En aquella jornada nefasta para la historia política nacional, se dio lectura al llamado “Decreto del Gobierno de Unidad Nacional”.
Este documento, firmado por la mayoría de los presentes, eliminó a los gobernadores, alcaldes, los Poderes Públicos: la Asamblea Nacional, la Fiscalía General, la Defensoría, el Tribunal Supremo de Justicia y al Consejo Nacional Electoral. La Constitución Bolivariana, la única de la historia votada por el pueblo en referéndum tres años antes, fue derogada de facto. Toda la institucionalidad democrática destruida de un plumazo.

Pero el pueblo venezolano reaccionó ese sábado 13, y junto a la mayoría de los integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se enfrentaron a la dictadura patronal de la derecha y los políticos de la Cuarta República.
En la noche, los trabajadores de VTV -e incluso voluntarios que trabajaban en otros canales- lograron rescatar las instalaciones del Canal y comenzaron a irradiar la verdad de lo que estaba sucediendo. La carta escrita por Chávez donde ratificaba que nunca renunciaría al poder que el pueblo le dio, se hizo pública y los golpistas, incluyendo a elementos de la jerarquía eclesiástica católica, huyeron despavoridos de Miraflores.
Carta del Comandante Chávez, 13 de Abril 2002 «No he renunciado al poder legítimo que el pueblo me dió» #todo11tienesu13 pic.twitter.com/x0Zhgr2sD6
— Caryl Bertho (@CarylBertho) 13 de abril de 2017
En la noche del 13 de abril y madrugada del 14, una misión militar de rescate trajo en helicóptero al comandante Chávez de vuelta a Miraflores, para que continuara ejerciendo el mandato democrático que el pueblo le dio.
Las imágenes de este suceso único e inédito se hicieron épicas en la historia política nacional y mundial. Pero la mayoría de la prensa escrita se negó a publicar en sus ediciones la historia heroica del pueblo, recogiendo los ejemplares de aquel domingo, mientras las televisoras no transmitían, excusándose en supuesta inseguridad en las calles.

No obstante, la verdad se impuso en Venezuela pese a la vergüenza de la «gran prensa» nacional privada que puso en entredicho para siempre el periodismo venezolano.
La dictadura de Carmona y de la derecha política apenas duró 47 horas, haciendo un daño incalculable a los venezolanos. El golpe nunca fue reconocido por sus autores ni por los partidos tradicionales de lo que hoy son “oposición”.

Un periodista revela sin querer la conspiración mortal
Meses después, la conspiración continuó y se incrementó por parte de la derecha. Los medios privados cambiaron la estrategia comunicacional abierta que usaron anteriormente, por otra de apoyo más disimulada. Mediante supuestas noticias, con medias-verdades, con títulos tendenciosos y hasta mentiras abiertas buscaron borrar la memoria histórica de lo que Venezuela vivió en aquel abril, y comenzaron a construir otra versión para hacer creer que lo ocurrido fue una gesta popular aplastada por Chávez.

Pero un poco después salieron a la luz revelaciones de uno de los periodistas internacionales que estuvieron registrando los sucesos históricos, Otto Neustald, corresponsal de CNN en Español.
Confesó que tenía en su poder el video de militares complotados en el golpe de Estado, cuyas declaraciones él mismo grabó con su equipo mucho antes de la masacre.
“Hablaban de muertos en las calles antes que cayera el primer muerto”, testificó Neustald, quien era entonces esposo de Gladys Rodríguez (periodista de Globovisión cuya empresa estaba dedicada a los Fake News contra el gobierno Bolivariano).
Antes esta insólita confesión, la derecha intentó desmeritarla acusando una supuesta manipulación de los videos y hasta retaron a que se transmitiera la grabación original. Y eso hizo Venezolana de Televisión, durante la transmisión completa de las confesiones de ambos, que habían sido grabadas en foros que realizaban en universidades venezolanas.
Documentales periodísticos muestran la verdad del golpe mortal
Posteriormente, se difundieron a la opinión pública nacional y mundial dos producciones audiovisuales de enorme trascendencia periodística e histórica.
La Revolución no será televisada ni transmitida, de los documentalistas Kim Bartley & Donnacha O´Briain, equipo de periodistas extranjeros presentes en Miraflores en aquel abril inédito; y Claves de una Masacre, del cineasta Ángel Palacios.
Ambos documentales revelaron de forma auténtica, veraz y creíble, paso a paso las mentiras de la derecha y la sanguinaria manera de ejecutar una planificación de Golpe de Estado asesinando en las calles a venezolanos sin distingo ideológico alguno.

Fuentes: Rebelión, Aporrea, YVKE Mundial, Misión Verdad, alopresidente.org.ve