Derroche de descaro | Macri achaca culpa de efectos de sus políticas neoliberales a la democracia argentina

Tarifazos, aumento del desempleo, devaluación y un profunda deuda externa son los factores que han caracterizado la economía de Maurico Macri durante su período presidencial, lo que situado al pueblo argentino en una severa crisis.

Este nefasto panorama propició que durante las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO)​ efectuadas este domingo 11 de agosto, el pueblo argentino se volcara a las urnas masivamente para manifestar su rechazo a las políticas neoliberales y se decantara por la alternativa peronista Frente de Todos, dupla conformada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, quienes resultaron airosos con una ventaja abrumadora de más de 15%.

Tras el proceso electoral, el presidente argentino no reconoció el amplio rechazo popular sino que optó por patear el balón hacia el otro bando que ya antes utilizó como bandera para que, mediante artificios, acusarlo de grandes hechos de corrupción, como estrategia par debilitar al peronismo y así tener carta abierta para emprender sus más extremas políticas neoliberales, que han mantenido al pueblo argentino en zozobra.

Los ejemplos de estas acciones de acusar a la izquierda de corrupción abundan en naciones donde la derecha se ha hecho con el poder en el continente. Casos como Brasil y Ecuador así lo demuestran. El objetivo es justificar el recorte fiscal, el cierre de las escuelas públicas y, por supuesto, favorecer a los grandes empresarios y banqueros ante la satanización de la inversión social.

Según diversos analistas la pobreza extrema afecta a más del 32 % de la población, mientras que la inflación alcanzó 22,4 % en el primer semestre de este año y con proyecciones de ubicarse en 40 % al final de 2019, cuando el macrismo culmina su mandato.

Otro de los factores que reprocha el pueblo argentino es el desempleo, que según el economista Jorge Colina del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), la tasa en la población adulta se ubica en 8 %, mientras que en los jóvenes alcanza el 27 %.

¿Cómo Macri logró esta profunda erosión económica? La respuesta es sencilla:

  • Al llegar a la presidencia levantó el control cambiario lo que disparó una fuerte depreciación inicial del peso y mantuvo una alta inflación interna.
  • Para contener la inflación y la depreciación del peso, volvió a financiarse en los mercados de capitales globales. Dándole con ello, más importancia al mercado que al pueblo.
  • A mediados de 2018, cuando el peso ya había perdido más de la mitad de su valor desde su llegada al poder, pidió una línea de crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI), entregando al país y condenándolo.
  • La línea de crédito del FMI solo propició una mayor desconfianza entre inversores, quienes siguieron sacando sus capitales de Argentina.
  • El peso se depreció hasta un 80 % respecto a la etapa pre-Macri.

La alta inflación, depreciación cambiaria y recesión económica es el escenario con el que Macri concurrió a las primarias de elecciones presidenciales y el resultado habla por sí solo.

Para el sociólogo Marco Teruggi el macrismo «es la representación del neoliberalismo en Argentina», por lo que se explica la respuesta popular en los comicios primarios del pasado domingo.

«Esto que era, y es un Gobierno de los ricos, atendidos por los ricos, está teniendo una derrota que les duele no solamente a ellos, sino a toda la derecha del continente», afirmó Teruggi a la cadena internacional TeleSur.

Mientras el pueblo celebraba en las calles lo que puede convertirse en el fin de la era neoliberal de Macri, un evento posterior acaparó los titulares de las grandes corporaciones mediáticas: una brutal depreciación de la moneda argentina con relación al dólar se produjo para que minutos más tarde el mandatario albiceleste saliera en conferencia de prensa a culpar a la voluntad popular expresada a través del voto democrático y a la alternativa peronista de los Fernández, por los males que él mismo ha provocado.

Solo un día bastó para que los resultados de las elecciones PASO permitieran que los poderes fácticos económicos mundiales indujeran un efecto negativo que sería utilizado como amenaza por el Mandatario argentino, que no asume responsabilidad alguna de su gestión al frente de la Casa Rosada.

Así las cosas, el peso como por obra de magia se depreció más de un 30%, la probabilidad de ‘default’ de la deuda se elevó desde el 50% al 72% y la bolsa argentina se hundió casi un 50% ¿De quién es la culpa? Según Macri del pueblo y del peronismo.

Varias organizaciones e individualidades expresaron su rechazo a esta postura de Macri. Algunos aseguran que para el Mandatario el mercado manda sobre el pueblo argentino ya que él no cree en la democracia.

A través de un comunicado, el Partido Justicialista Nacional (PJ), denunció la estrategia macrista ante el complejo escenario electoral que se le avecina de cara al mes de octubre y cómo el lunes negro en los mercados argentinos fue achacado al voto del pueblo.

“Tres años y medio de ajuste, devaluación, inflación, pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, cierre de Pymes y más; encuentran lejos de la autocrítica a un gobierno cuyo único reflejo fue acudir al Fondo Monetario Internacional.

Ahora después del claro mensaje de los argentinos y las argentinas que fueron a votar con esperanza, el Presidente pretende y busca endilgar responsabilidades políticas en la oposición y en aquellos que no aceptan el “cambio” que propuso desde 2015”, señala el texto dado a conocer a través de la red social Twitter.

Según el diputado nacional por la CABA Unidad Porteña y exministro de Educación, Daniel Filmus, “Macri no reconoce la realidad y no se hace cargo de que si hubo un voto en otra dirección fue porque aumentó la pobreza, la indigencia, la desocupación y las/os argentinas/os estamos cada vez peor”.

El también diputado nacional Leonardo Grosso aseguró en su cuenta en la red social Twitter que “nada resume mejor estos 3 años y medio de gobierno que las declaraciones de Mauricio Macri. Un tipo que te dice que no le importa tu opinión, lo único que importa es la opinión del mercado financiero. Gobernaron así, sin que les importe cómo la estás pasando”.

El reconocido director de cine y político argentino, Pino Solanas, calificó a Macri de alienado al considerar que en su conferencia de prensa de este lunes, «fue una provocación y un desprecio a la democracia. Es temerario, estamos en una situación de fragilidad, no puede desentenderse de la responsabilidad que tiene como Presidente», precisó en una declaración a una cadena radial de ese país.

También el excandidato presidencial y exgobernador, Felipe Solá, denunció que Macri negó la soberanía popular y la puso a la misma altura que los mercados, lo que para Alberto Fernández, aventajado en las elecciones PASO junto a Cristina Fernández, “Macri no sólo no resuelve los problemas sino que los empeora».

“Lo de ayer de Macri fue patético, fue un discurso de locos. Debería haber asumido la realidad”, espetó Solá en una declaración a otra emisora de radio de Argentina.

Para muchos analistas políticos esta conducta de Macri lo que busca es arrebatarle el triunfo al peronismo y generar escenarios de mayor crisis de cara a los comicios a efectuarse en octubre.

En opinión del periodista y escritor, Orlando Pérez, en un artículo publicado en TeleSUR, titulado: FMI y la prensa, los grandes derrotados en Argentina, “la principal lección del triunfo popular argentino de este domingo es: no someterse al miedo y a la dispersión. La unidad política propuesta y asumida con responsabilidad por Alberto Fernández y Cristina Fernández nos obliga a todos a impulsar procesos más ambiciosos sin perder el objetivo estratégico: recuperar el poder para servir al pueblo”.