Investigación de hepatitis aguda en niños da un giro por una coinfección

«La coinfección del adenovirus F41 con el virus adeno-asociado 2 (AAV2) podría ser otra razón por la que las células infectadas se replicaran en otros lugares del cuerpo, además del hígado», informaron investigadores del Instituto de Virología de la Facultad de Medicina de Hannover, en Alemania, tras realizar una investigación exhaustiva sobre la patogénesis del adenovirus F41, principal sospechoso del brote de hepatitis aguda en niños.

Según apuntaron medios internacionales, los resultados de esta nueva investigación instan a «sospechar de la aparición de una nueva cepa de adenovirus F41 que podría estar causando indirectamente la hepatitis».

El estudio, publicado en la revista en el portal bioRxiv, ha encontrado «ADN de AAV2 en pacientes con hepatitis aguda, así como en el hígado, en contraste con el ADN del adenovirus F41», señalan los investigadores.

Asimismo, añaden que «el AAV2 puede causar una infección abortiva de las células hepáticas y, por tanto, una lesión de las mismas o desencadenar una inmunopatología contra los antígenos del AAV2 en las células hepáticas».

En cuanto a los resultados del análisis filogenético de 65 secuencias genómicas completas de adenovirus F41, los investigadores han mostrado «tres linajes que contenían múltiples secuencias idénticas o apenas divergentes, de hasta un 99,9 por ciento de identidad dentro de los linajes».

La investigación ha demostrado que «el linaje 1 incluía el prototipo de 1973 y solo siete de las 65 secuencias genómicas completas se agruparon como linaje 1, pero estas se originaron en múltiples regiones geográficas (China, Países Bajos y Alemania). El linaje 1 tenía una identidad nucleotídica media del 99,3 por ciento e incluso un 99,2 por ciento de identidad entre el prototipo de 1973 y el último aislado disponible de 2017».

¿Por qué se asocia el adenovirus F41 a la hepatitis en niños?

Recientemente, «se ha asociado el adenovirus F41 con la hepatitis aguda en niños, sin embargo, aún no se ha demostrado su importancia etiológica», tal y como apuntan los investigadores. Estos niños, añaden, «tenían cargas de virus bajas y asociadas a las células en sangre periférica, mientras que la hepatitis típica por adenovirus provoca cargas de virus altas en el plasma».

Además, la hepatitis por adenovirus se asocia a una enfermedad diseminada potencialmente mortal en pacientes gravemente inmunodeprimidos, por ejemplo, receptores de trasplantes de células madre hematopoyéticas.

Sin embargo, «estos casos de hepatitis son más bien causados por tipos de adenovirus de la especie C, mientras que la infección por adenovirus F41 se limitó al tracto gastrointestinal, incluso en receptores de trasplantes de células madre hematopoyéticas», añaden los investigadores.

En los casos recientes de hepatitis grave en niños, «la detección de antígenos de adenovirus o de partículas virales fracasó en las muestras de hígado explantadas, mientras que en la hepatitis típica por adenovirus, estas pueden encontrarse en abundancia».

No obstante, tras analizar esta patogénesis, los investigadores aclaran que «se podría sospechar de la aparición de una nueva cepa de adenovirus F41 que podría estar causando indirectamente la hepatitis», concluye.

VTV/FB/ADN