La inteligencia emocional en los niños parte del desarrollo de su autoestima
La sicóloga infantil, María Alejandra Pinto, asegura que la base del conjunto de habilidades de la inteligencia emocional, en niños, niñas y adolescentes, parte del desarrollo temprano de la autoestima. “Si no hay una autoestima alta, puede fallar el manejo de las emociones, la motivación, la empatía y las habilidades sociales”, resaltó Pinto, durante el programa Buena Vibra, transmitido por Venezolana de Televisión.
“La inteligencia emocional se puede cultivar en los niños desde su nacimiento, de acuerdo al cuidado que le den sus padres; de acuerdo a la conducta que tengan los padres hacia los hijos, se irán estructurando las bases de la autoestima, que es la primera habilidad de la inteligencia emocional”, apuntó.
Los niños con inteligencia emocional son capaces de poner límites, de tener confianza y seguridad en sí mismos, comprender las emociones de otras personas y compartir sus emociones de forma positiva.
Cabe destacar que la inteligencia emocional, se define como un conjunto de habilidades que la persona adquiere, por nacimiento, o aprende durante su vida, donde destaca la empatía, la motivación de uno mismo, el autocontrol, el entusiasmo y el manejo de emociones.
Estos son algunos ejemplos de inteligencia emocional
- Valorar los triunfos de los demás sin caer en comparaciones con otras personas o uno mismo.
- Aceptar los errores cometidos y ser capaces de perdonarse así mismo, para aprender de lo ocurrido.
- No juzgar el hecho de sentirse bien o mal, más que por lo que son: emociones transitorias que pasarán con el tiempo.
- Analizar las reacciones inmediatas a las emociones, interpretarlas y aprender de cada una de ellas para manejarlas de ser necesario.
- Comprender cuál es la emoción que uno siente y no dejar que el cerebro la confunda una con otra. A veces el enojo, puede presentarse cuando en realidad se siente tristeza.
- Entender que cada persona es individual con sus experiencias y relaciones. Los sentimientos personales pueden generalizarse para los demás, hasta cierto punto.
- Encontrar el equilibro entre los éxitos y errores.
Finalmente, María Alejandra Pinto recomienda a los padres de niños mayores a los 6 años de edad, que no logren gestionar sus emociones, continúen con los berrinches, conductas impulsivas, asistir a un psicólogo de confianza, para que les puedan brindar la orientación necesaria.
En este sentido, la especialista indica que “ninguna emoción es mala, todas cumplen con una función, lo importante es el buen manejo de las emociones”, concluye.
VTV/FB/LL