Gustavo Pereira: «La poesía no necesita explicaciones»

Cuando se habla de Gustavo Pereira se piensa inmediatamente en sus Somaris, esos poemas breves llenos de gran significado y sin estructura métrica que nacieron hace casi 50 años para quedarse, lo cual sintetiza el escritor: «La poesía no necesita explicaciones».

Sí, fue en 1974 cuando se publicó «El libro de los Somaris». Cinco años después Pereira le dio continuidad con «Segundo libro de los Somaris». Y así siguió. La creación siempre ha estado activa.

Gustavo Pereira: "La poesía no necesita explicaciones"
Foto: CCS

Para honrar esos pequeños poemas del maestro margariteño, el Centro Nacional del Libro (Cenal), a través de Monte Ávila Editores, publicó el libro «Somaris», una recopilación de todas sus breves obras.

«Desde que comencé a escribir poesía, yo creo que siempre escribí Somaris, porque es un poema breve sin perfectivas… El soneto, por ejemplo, que no es de origen castellano sino italiano, lo introdujo Garcilazo de la Vega y tiene 14 versos muy bien definidos. Rompió un poco con la cuestión métrica…», define muy bien Pereira.

Cuando bautizaron su libro en la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven 2022), el maestro no dudó en decir las motivaciones de un poeta a la hora de escribir: «Hay un júbilo interior que puede producir cantos de esperanza, que puede avanzar hacia el culto a la belleza. El ser humano siempre ha buscado esos escapes hacia las utopías y ¿Quién ha dicho que son malas? ¡Sigamos teniendo utopías, sueños!».

Los primeros Somaris fueron publicados en 1974

Para Pereira, «pretender explicar la poesía, como un hecho meramente subjetivo, siempre creí que era un falso hecho, una elucubración etérea… La poesía y la filosofía, si bien están emparentadas en algún punto, andan por caminos distintos, porque la filosofía es la hija de la razón y la poesía es la hija de sensibilidad. Ambas se complementan, pero son distintas». 

Y recalca que «no se puede comprender el mundo nada más que a través de la sensibilidad como tampoco se puede comprender nada más que por la razón. La poesía es la conjunción de ambas cosas, pero la poesía privilegia la sensibilidad».

Por eso, a su juicio, «la poesía no necesita explicaciones, se explica por sí misma».

El «juego» del poeta

Raúl Cazal, presidente del Cenal, conversó con el poeta para hacer la recopilación de sus Somaris y plasmarla en un libro.

El libro fue bautizado en la 18va Filven.

«Muchas veces pensamos que lo que tenemos reunido en este momento es, no una antología, sino lo que corresponde a una forma de expresión que ha resumido el poeta Pereira como la palabra Somaris. Es un enigma, el enigma de todos los poetas que maravillados por la palabra, tratan de buscar un significado y lo buscan en otros géneros y expresiones dentro del campo de la poesía… Somaris es poesía, pero que va dentro de este juego, un juego que ha hecho el poeta Gustavo Pereira», cuenta Cazal.

El libro se iba a llamar «Todos los Somaris», pero en un momento Cazal le preguntó a Pereira: «poeta, ¿no va a escribir más Somaris?». Y es que si hacían esa sentencia, estarían cerrando el capítulo.

A  esto, Pereira le dijo que tenía razón: «No solamente que no los voy a dejar de escribir, sino que ya tenía un grupo de Somaris en un cajón que no sabía si podían ser publicables. ¡Verdad! Yo no me pienso morir todavía, de modo que quedó simplemente «Somaris», comentó Pereira.

Para el maestro, «este libro ha quedado realmente hermoso, gracias no solo a la iniciativa de Raúl, sino a las hadas como les llamo, porque casi todas son hermosas amas que rodean tanto a Raúl como a Ernesto (Villegas), Chucho (Freddy Ñáñez)», dijo por el equipo de mujeres, trabajadoras culturales, que también ayudaron a las autoridades a que el libro pudiera publicarse. 

Un estado ético de la poesía

Al bautizar el libro, el vicepresidente Sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo, Freddy Ñáñez, habló desde su inspiración poética: «Somaris es una palabra que conquistó dentro de la poesía nacional, un espacio de absoluta libertad expresiva que se ejercía a través de la audacia de su creador y servía de antifaz para no tener que dar tantas explicaciones ni siempre poner la misma cara ante las circunstancia de la vida, que son cambiantes».

Para Ñáñez un Somari podía ser una confesión de amor, pero también podía ser un espacio de protesta política, de incendio, que se enviaba en pocas líneas: «un Somari fundamentalmente nos remite a un estado ético de la poesía».

Por eso, espera que el maestro Pereira pronto regale el decálogo del buen Somari. «Estoy seguro de que si alguna vez lo hace, uno de esos mandamientos sería precisamente no cometas retórica».

El libro puede adquirirse en las Librerías del Sur y en la página de Monte Ávila Editores.

VTV/CC/JMP

Fuente: CCS