Graves denuncias sobre trato a migrantes en el centro de detención Krome en Miami

Escondido con un teléfono, un migrante mexicano internado en el Centro de Procesamiento Krome de Florida mostraba en un video el mes pasado las condiciones en las que estaban decenas de hombres detenidos por las autoridades estadounidenses.

«Hay gente que está enferma. No nos dan atención médica. Somos muchos, muchos mexicanos que estamos aquí sufriendo discriminación. Hermanos venezolanos, hermanos guatemaltecos, ¡ayúdennos, ayúdennos, por favor!», clamaba en el video.

Las imágenes son las únicas del interior de Krome que han salido a la luz en medio de las crecientes denuncias sobre decesos, violaciones de los derechos humanos y malos tratos en ese centro del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (EE. UU.).

Desde que el presidente Donald Trump asumió el poder en enero y lanzó una ofensiva contra los indocumentados, dos personas han fallecido bajo custodia de los agentes de ICE en el centro Krome: el ucraniano Maksym Chernayak, de 44 años, y el hondureño Henry Ruiz Guillen, según los registros oficiales.

Otros que han podido salir, ya sea presionados para aceptar su deportación o por el apoyo legal de organizaciones civiles, han denunciado las duras condiciones en las que estuvieron detenidos durante días o semanas, algo que pasa desde hace años y no sólo desde que Trump está en el poder.

La gran cantidad de migrantes ingresados allí ha generado además problemas de todo tipo, según las denuncias: hacinamiento en las instalaciones; detenidos que esperan hasta un día en autobuses con los pies y manos encadenados para ser internados; raciones de comida y agua limitadas; y falta de atención médica y condiciones insalubres.

¿Cómo es Krome?

Ubicado en los márgenes del oeste de la ciudad de Miami, Krome fue abierto en los terrenos pantanosos de los Everglades en la década de 1980, como una instalación militar de la época de la Guerra Fría.

A finales de aquella década, pasó a ser un centro de procesamiento de migrantes, principalmente cubanos y haitianos que huían de sus países a Estados Unidos, y ya desde entonces generó críticas por el trato a los detenidos.

Duras condiciones:

Cuando un migrante indocumentado o con un proceso pendiente es detenido por haber cometido una falta, desde una infracción de tránsito hasta un delito grave, puede ser entregado a las autoridades federales de migración.

Muchos de ellos son llevados a sitios como Krome, donde en teoría están a la espera de una audiencia con un juez para revisar su caso y tener oportunidad de salir bajo fianza o ser llevados a una prisión.

Pero la cantidad de detenciones recientes ha sobrepasado la capacidad de sitios como el ubicado al oeste de Miami. Algunos aseguran que pasaron muchas horas, incluso hasta un día, con grilletes en pies y manos en autobuses en el exterior de la celda de espera debido a que no había espacio adentro.

Luego pasaron varios días incomunicados en espacios donde el aire acondicionado les causaba mucho frío. Los testimonios cuentan que había gente que enfermaba, sin atención médica disponible. La comida y el agua eran muy limitadas.

«Han experimentado un trauma increíble. Ellos estaban yendo a su trabajo, haciendo su vida diaria, y en un momento todo cambia y te ponen adentro de una jaula grande, sin oportunidad de contactar a la familia, a los seres queridos o abogados durante más de una semana», apunta Weise.

Política del miedo:

La política migratoria actual, según los activistas, provoca la sobrepoblación de los más de 150 centros de detención al servicio de ICE y un ambiente de temor en la población.

Los defendidos por AIJ eran personas sin problemas penales graves, según la organización. «Esto no es un problema solo de Krome, sino uno que estamos viendo en todo el país», señala Weise.

«Estas personas están siendo víctimas de un trauma y es una forma de coaccionar para que la gente acepte la deportación, que no tengan ganas de seguir luchando aunque tengan un caso fuerte para quedarse en EE. UU.», añade.

Flores también apunta a que la política migratoria de Trump tiene el objetivo de generar temor. «No solo se está faltando a los derechos humanos de los migrantes en estos lugares, sino que en general se está desafiando la ley», considera.

«En este país, lo primordial es el debido proceso de las personas. Puedes ser el peor criminal, la persona acusada del peor crimen, pero debes ser tratado como persona, con dignidad, porque en ese principio es que fue fundado este país».

Fuente: Medios internacionales

VTV/RIRV/DS