Jefe de Estado honró al Mariscal Sucre por unir los pueblos y liberarlos
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, conmemoró los 224 años del natalicio el Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre.
Resaltó que este prócer “asumió la epopeya histórica de unir pueblos y liberar nuestras tierras del imperio español”.
A través de su cuenta en la red social Twitter @NicolasMaduro el Jefe de Estado acotó que Ayacucho fue “ejemplo de lealtad al proyecto bolivariano y espíritu inquebrantable”.
Hoy conmemoramos los 224 años del natalicio de Antonio José de Sucre, el Gran Mariscal de Ayacucho que asumió la epopeya histórica de unir pueblos y liberar nuestras tierras del imperio español. Ejemplo de lealtad al proyecto bolivariano y espíritu inquebrantable ¡Leales siempre! pic.twitter.com/bi7U4ySgXn
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) February 3, 2019
Fue un importante político, estadista y militar venezolano, prócer de la independencia de Venezuela y otros países de Latinoamérica. Fue Presidente de Bolivia, General en Jefe del Ejército de la Gran Colombia y Comandante del Ejército del Sur y Gobernador de Perú.
Antonio José de Sucre nació en la ciudad de Cumaná un 3 de febrero de 1795. Hijo de Vicente de Sucre y María de Alcalá. Realizó estudios en matemáticas y fortificación en la Escuela de Ingenieros de Caracas en 1808.
Al estallar la Guerra de Independencia en 1810 se une al ejército de Francisco de Miranda; combatiendo junto a Mariño, Piar, Bermúdez y Bolívar. Luego de caer la primera República viaja hacia Trinidad y vuelve a Venezuela en 1813.
En 1821 con el rango de Jefe del Ejército del Sur de Colombia alcanza la independencia de las provincias de Ecuador en las batallas de Río Bamba y Pichincha.
Tuvo una destacada participación en la batalla de Junín, pero fue en la de Ayacucho en 1824 donde obtiene el triunfo que posteriormente le haría merecedor del título «Gran Mariscal de Ayacucho».
Simón Bolívar, lo describió como:
«El General Sucre es el Padre de Ayacucho: es el redentor de los hijos del Sol; es el que ha roto las cadenas con que envolvió Pizarro el imperio de los Incas. La posteridad representará a Sucre con un pie en el Pichincha y el otro en el Potosí, llevando en sus manos la cuna de Manco-Capac y contemplando las cadenas del Perú rotas por su espada».
En 1825 ocupa el territorio del Alto Perú y le otorga en nombre de Bolivia en honor a Simón Bolívar, siendo el Gran Mariscal, el primer Presidente de esta nueva nación.
Se casó con María Ana Carcelén de Guevara y Larrea-Zurbano, del matrimonio nació María Teresa de Sucre y Carcelén de Guevara.
Mientras viajaba hacia la capital de la Gran Colombia, Sucre le escribe a su esposa:
«Te escribo (…) para decirte que te pienso cada vez con más ternura, para asegurarte que desespero por ir junto a ti; para pedirte que por recompensa de mis delirios, de mi adoración por ti, me quieras mucho me pienses mucho(…) Todo, todo, todo lo pospondré a dos objetos: primero el complacerte, y segundo, a mi repugnancia por la carrera pública. Solo quiero vivir contigo en el retiro y en el sosiego. Me alegraré si puedo con esto darte pruebas incontestables de que mi corazón está enteramente consagrado a ti, y de que soy digno de que busques los medios de complacerme y de corresponderme».
Pero, Sucre no pudo regresar pues el 4 de junio de 1830, fue víctima de una emboscada en las montañas de Berruecos, donde murió de un balazo.
Al enterarse de su muerte Bolívar expresó:
«¡Santo Dios! ¡Se ha derramado la sangre de Abel!… La bala cruel que le hirió el corazón, mató a Colombia y me quitó la vida». “…Yo pienso que la mira de este crimen ha sido privar a la patria de un sucesor mío…”