En Francia continúa paro contra la reforma de la jubilación

El paro en Francia contra la reforma de la jubilación entró este viernes en su jornada 16, con severas afectaciones en el transporte público, cuando comienzan los viajes familiares para las vacaciones navideñas.
 
Los trenes internacionales, regionales y entre ciudades circulan en la mayoría de las redes con menos de la mitad de los medios, mientras en esta capital continúan funcionando con normalidad apenas dos de las 16 líneas del metro, ambas automatizadas, pero los buses y tranvías sí presentan mejor frecuencia que en días previos.

También el tráfico parisino vive otra jornada de embotellamientos en sus principales arterias periféricas, con reportes de hasta 370 kilómetros de tranques temprano en la mañana, reseña una nota publica en el sitio web de Prensa Latina. 

Pese a las palabras optimistas la noche del jueves del primer ministro de Francia, Edouard Philippe, sobre el diálogo con los sindicatos acerca de la reforma, las expectativas de un acuerdo que ponga fin antes de que acabe el año a la crisis social parecen desvanecidas.

Después de las conversaciones bilaterales el miércoles y multilaterales el jueves en Matignon, la sede oficial del primer ministro, los dirigentes sindicales advirtieron que sus demandas siguen insatisfechas.

De hecho, la Intersindical, organizaciones que promueven desde el 5 de diciembre la huelga nacional contra la reforma, convocaron a nuevas movilizaciones en Francia para el 9 de enero, tras las multitudinarias marchas del 5, el 10 y el 17.

«Nada cambió», lamentó después de las pláticas el secretario general de la influyente Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez.

La CGT, Fuerza Obrera y los Solidarios integran la Intersindical e impugnan de manera radical la iniciativa consistente en un sistema universal por puntos, que sustituiría los 42 regímenes actuales, y una edad de equilibrio de 64 años, necesaria para cobrar todos los beneficios y evitar descuentos, aunque sin cambiar la oficial de retiro (62).

Tampoco el líder de la poderosa Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, salió satisfecho del diálogo, y confirmó que la reunión con Philippe no despejó las diferencias.

La CFDT, una entidad de corte reformista y cercana al oficialismo, solo pide que se retire la edad de equilibrio de 64 años, ya que respalda la jubilación universal por puntos y aboga por una tregua en el paro.

De acuerdo con expertos, la postura optimista de Philippe solo se justificaría por concesiones que mencionó a sus interlocutores, pero en la práctica no cedió a sus exigencias.

No obstante, esa flexibilización pudiera despejar el camino para un consenso con las organizaciones sindicales reformistas, opuestas principalmente a la edad de equilibrio.

El primer ministro francés expresó que hay «margen de maniobra» en el tema de los 64 años, ‘aunque no es muy grande’.

Semejante criterio confirma la opinión de analistas de que Philippe y el gobierno tendrán que ceder en algunos aspectos, porque no pueden estar en guerra con todos los sindicatos.

Estaría por ver la reacción de los detractores radicales de la reforma, firmes hasta ahora en el paro y sus exigencias, sobre todo la eliminación del proyecto, a lo que el ejecutivo no parece dispuesto.   /CP