Francia y Argelia enfrentan otra escalada de su crisis diplomática

Francia y Argelia pasan este lunes por otro momento de deterioro de sus relaciones tras el anuncio del país norafricano de nuevas expulsiones de diplomáticos galos, a las que París prometió responder de manera inmediata y proporcional. La noticia fue divulgada por el Servicio de Prensa Argelino de la convocatoria al Encargado de Negocios en Argel para notificarle la orden de repatriación de al menos 15 agentes franceses, quienes habrían asumido funciones diplomáticas o consulares sin cumplir los trámites correspondientes.

El canciller francés, Jean-Noël Barrot, consideró “incomprensible y brutal la decisión”, en un contexto en el que los vínculos entre los dos países están en su peor nivel en varios años.

París argumenta que envió personal de refuerzo a Argelia para compensar la expulsión de 12 de sus diplomáticos en abril, a lo que el presidente Emmanuel Macron reaccionó con una medida similar.

La salida de nuestros agentes en misión temporal es injustificable y no es de interés ni para Francia ni para Argelia, subrayó este lunes Barrot durante un viaje al norteño departamento de Calvados, en Normandía.

Por su parte, el medio de prensa argelino publicó que el Gobierno de la nación africana ve como una falta de respeto de Francia el envío de funcionarios al margen de los procedimientos vigentes.

La crisis escaló el mes pasado por las referidas expulsiones, que comenzaron por Argelia tras la detención en suelo galo por la Fiscalía Nacional Antiterrorista de uno de sus agentes consulares, presentado como sospechoso por el secuestro el año pasado del asilado opositor argelino Amir Boukhors, conocido como AmirDZ.

Este incidente y las posteriores reacciones se produjeron cuando todo parecía tender a la solución, a raíz de una conversación telefónica entre Macron y su par Abdelmadjid Tebboune, quienes acordaron poner fin a las tensiones y volver a la cooperación en los ámbitos de seguridad y migratorio.

A partir de ese diálogo, el canciller Barrot viajó el 6 de abril a Argel para perfilar con su contraparte anfitriona, Ahmed Attaf, la colaboración que los mandatarios decidieron retomar después de ocho meses de confrontaciones diplomáticas, que incluyeron acusaciones mutuas y amenazas de París de cuestionar los pactos migratorios de 1968.

En el trasfondo de la crisis está la decisión de Francia de apoyar la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental, cuya independencia Argelia respalda, sin ignorar las heridas del pasado colonial y de la sangrienta guerra de independencia, reseña Prensa Latina.

Las diferencias crecieron con el arresto en Argel del escritor Boualem Sansal, condenado a cinco años de cárcel por atentar contra la seguridad del Estado, y la negativa a aceptar la deportación de influencers argelinos denunciados por Francia por promover la violencia dentro de su territorio.

 

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