Forman a los nuevos parranderos del San Pedro en Guarenas

La tradición de la Parranda de San Pedro de Guarenas, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco celebra un paso hacia su perpetuidad y es que recientemente, 15 niños y niñas recibieron sus certificados como Parranderos Integrales de la Escuela de Formación Pablo Núñez, un núcleo de saberes que, desde 2024, se dedica a nutrir el futuro de esta emblemática manifestación cultural.

La profesora Yolibel Cabrera, responsable de la salvaguarda de este patrimonio, destacó la importancia de esta iniciativa. «Hicimos entrega de los certificados a los estudiantes de la Escuela de Formación de Parranderos Integrales Pablo Núñez, que consiste en un núcleo de saberes que se está formando desde 2024», explicó Cabrera.

La escuela se ha estructurado en tres módulos de formación fundamentales, que abarcan la rica historia de la parranda, la confección y significado de la indumentaria, y el dominio del canto, elementos esenciales para el parrandero.

Estos 15 jóvenes talentos han sido preparados para dominar tanto la teoría como la práctica de la Parranda de San Pedro de Guarenas y comprender a fondo su trascendencia. La finalidad última de esta formación es masificar el patrimonio en todas las comunidades y escuelas del municipio, para asegurar así la continuidad de generación en generación de esta invaluable manifestación cultural.

Un legado centenario

La Parranda de San Pedro de Guarenas es mucho más que una danza y un canto; es una historia viva de fe, promesa y tradición que se remonta a la época colonial. Nació de una promesa hecha por una esclava a San Pedro para que curara a su hija, una promesa que se ha transmitido oralmente y de forma práctica a lo largo de los siglos.

Los fundadores y principales custodios de esta tradición han sido familias y personalidades emblemáticas de Guarenas, cuyos nombres resuenan con la historia de la parranda. Figuras como Pablo Núñez, en cuyo honor se nombra la escuela de formación, fueron pilares fundamentales en la preservación y transmisión de los saberes. Núñez, junto a otros maestros parranderos, dedicó su vida a mantener viva la llama de esta devoción, al enseñar los cantos, los pasos y el significado profundo de cada elemento de la parranda a las nuevas generaciones.

La parranda se celebra cada 29 de junio, Día de San Pedro y San Pablo, cuando los parranderos, ataviados con sus trajes característicos (frac negro, levita, camisa blanca, sombrero de copa con cintas de colores y las emblemáticas cotizas), salen a las calles de Guarenas. Los «promeseros» pagan sus ofrendas con cantos y bailes, acompañados por el «tucusito» y el «cuatro», mientras los «coticeros» llevan el ritmo con sus golpes secos.

El paso de los años ha consolidado a la Parranda de San Pedro como un símbolo de la identidad cultural de Guarenas. El reconocimiento por la UNESCO en 2013 no hizo más que ratificar la importancia universal de esta manifestación, al resaltar su valor como expresión de la resistencia cultural, la fe y la memoria histórica del pueblo venezolano.

Futuro del patrimonio

Cabrera destacó la creación de la Escuela de Formación Pablo Núñez y la graduación de esta primera cohorte de Parranderos Integrales que representa una inversión estratégica en el futuro del patrimonio cultural inmaterial. Al dotar a niños y jóvenes con el conocimiento teórico y práctico de la parranda, se les empodera para que sean los próximos guardianes y promotores de esta joya cultural.

Dijo que la iniciativa no solo busca la preservación, sino también la expansión y diversificación del conocimiento sobre la Parranda de San Pedro. Al llevar esta formación a las comunidades y escuelas, se asegura que la tradición no se confine a unos pocos, sino que se arraigue aún más profundamente en el corazón de la sociedad guarenera, para garantizar que el legado de Pablo Núñez y de todos los fundadores resuene con fuerza por muchas generaciones más.

Fuente: Medios digitales

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