Fervor a la Divina Pastora está incrustado en el corazón del pueblo

Cada 14 de enero, Barquisimeto, la capital del estado Lara, se convierte en el epicentro de una de las manifestaciones religiosas más multitudinarias de Venezuela: la procesión de la Divina Pastora. Esta advocación mariana no solo es venerada por millones de fieles, sino que también tiene una rica historia que conecta fe, cultura y milagros.

Desde su primera procesión en 1856, cuando el pueblo imploraba por el cese de una epidemia de cólera, la Divina Pastora se ha convertido en un faro de esperanza para los venezolanos. En la actualidad, 167 años después, la tradición convoca a más de dos millones de personas, quienes recorren los siete kilómetros que separan el pueblo de Santa Rosa del centro de Barquisimeto, en una peregrinación cargada de espiritualidad.

Los feligreses refieren que la virgen mariana refiere «todo lo bonito, el enlace con diosito para concedernos toda las paz que le pedimos desde el corazón, amor y salud» y resaltan que al verla en su procesión es una «sensación de contrarte con una madre,  una hermana o una familia, un cariño indescriptible». 

Historia de la Virgen de la Divina

El origen de la Divina Pastora se remonta a 1703, en Sevilla, España, cuando el padre Isidoro de Sevilla, impulsado por una revelación divina, encargó al pintor Miguel Alonso de Tovar la creación de una imagen que representara a la Virgen María como una pastora rodeada de ovejas. La obra, cargada de simbolismo, mostraba a María como protectora de su rebaño, una alegoría de su papel como guía espiritual de la humanidad.

La devoción cruzó el Atlántico y llegó a Venezuela en 1706, gracias al fraile Marcelino de San Vicente, quien llevó imágenes y cuadros de la Divina Pastora a diferentes regiones del país. Sin embargo, fue en Barquisimeto donde esta advocación encontró su hogar definitivo. Durante la epidemia de cólera en 1855, los habitantes de Lara llevaron la imagen de la Virgen en procesión para pedir el fin de la peste. Según relatos históricos, después de que el padre José Macario Yépez ofreciera su vida a cambio de la sanación del pueblo, los casos comenzaron a disminuir hasta desaparecer.

¿Por qué se celebra cada 14 de enero?

El 14 de enero marca el aniversario de la primera procesión de la Divina Pastora en 1856. En aquel entonces, la imagen fue trasladada desde la iglesia de Santa Rosa hasta la Catedral de Barquisimeto, en una peregrinación que buscaba implorar por el fin de la epidemia de cólera. Este acto, que culminó con la recuperación milagrosa de una mujer moribunda, consolidó la fecha como un día de celebración y agradecimiento.

La tradición ha perdurado a lo largo de los siglos, convirtiéndose en una de las procesiones religiosas más grandes del mundo. En la actualidad, millones de peregrinos de todas partes del país y del extranjero acuden a Barquisimeto para rendir homenaje a la Divina Pastora. Durante el recorrido, los fieles caminan más de siete kilómetros acompañados de cánticos, oraciones y actos litúrgicos.

Que el amor y la fe prevalezcan

El arzobispo de la Arquidiócesis de Barquisimeto, monseñor Polito Rodríguez Méndez,  invitó a todos a participar en la procesión y a quien no pueda asistir, que lo siga por los medios de comunicación. Dijo que este día el amor y la paz prevalezcan y que todos puedan elevar a la virgen las súplicas que hay en el corazón.

Durante un encuentro con los medios de comunicación, la máxima autoridad católica del estado Lara afirmó que la sagrada imagen de la virgen estará hasta el 17 de enero en la iglesia Catedral y luego comenzará su recorrido por las parroquias de la ciudad. Describió esta festividad mariana como una escuela desde cualquier punto de vista y que se ha convertido en un referente de Venezuela, sino mucho más allá.