Fatiga pandémica en niños y adolescentes: qué es y cómo abordarla

Ansiedad, cambios repentinos de humor, miedo, problemas en el organismo y desgano pueden ser algunas de las manifestaciones de la fatiga. Abordamos cómo reconocer si los más pequeños están afectados por los cambios que vivimos a raíz de la pandemia, y cómo ayudarlos a sobrellevarlos.

El término «fatiga pandémica» tomó relevancia apenas hace pocos meses atrás. Refiere al cansancio de vivir en pandemia, a la necesidad de estar alerta constantemente a los cambios que implica en nuestra vida la aparición de nuevas variantes del coronavirus.

En ocasiones, a este problema se suma el desgano, ansiedad u otras patologías que nos genera lo que algunos denominan como «nueva normalidad».

Así lo vivimos los adultos, por lo que quizá es difícil imaginar qué pasa por la cabeza de un niño o un adolescente. Ellos también viven esta situación, pero con la inmadurez propia de su edad, publicó el portal Sputnik.

La especialista en Pediatría y Adolescencia Ángela Nakab miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría, explicó a Zona Violeta los impactos que tuvo hasta el momento según las franjas etáreas: en la primera infancia —de cero a tres años— y luego, en el lapso de los tres a cinco años, a los pequeños en etapa escolar y a los adolescentes.

«Como adultos, debemos mantener la regulación emocional y saber cómo percibir si los chicos requieren contención afectiva y trabajar las nuevas emociones que aparecieron con la pandemia: angustia, ansiedad y el miedo que todavía persiste por sentir que el virus está afuera pero también en casa, y me pueden contagiar o puedo contagiar», indicó la especialista.

Si bien no existe una solución mágica y la forma de abordarlo depende de cada situación, Nakab recuerda que cuando un adulto no sabe cómo enfrentar la situación puede recurrir a diferentes especialistas como los psicólogos. Pero también puede acudir a docentes o profesores de diferentes disciplinas, que están en contacto con el niño o adolescente. LAV/