Estudios revelan variedades del pan con beneficios antiinflamatorios

La tolerancia al pan depende de su composición, el tipo de harina y método de elaboración. Algunas variedades ofrecen beneficios comprobados para personas con sensibilidad digestiva, a través de una revisión publicada por Women’s Health, que destaca cinco opciones con respaldo científico por su efecto positivo en la microbiota y en los procesos inflamatorios.

El pan integral conserva la fibra del grano y micronutrientes esenciales, investigaciones en la revista Nutrients señalan que su consumo incrementa la producción de ácidos grasos de cadena corta, como el butirato, vinculado a una menor inflamación en el tracto digestivo. Esta variedad mejora el tránsito intestinal y fortalece la microbiota.

También, el pan de masa madre, elaborado mediante fermentación lenta, facilita la degradación de compuestos como el gluten y los FODMAPs. Un metaanálisis de Food Research International concluyó que este tipo de pan reduce la generación de gases y mejora la absorción de minerales, lo que favorece la digestión en personas con sensibilidad intestinal.

Las opciones sin gluten, dirigidas a quienes padecen enfermedad celíaca o intolerancia, muestran mejor aceptación cuando se elaboran con ingredientes naturales y cereales enteros. Según el International Journal of Food Sciences and Nutrition, estas alternativas disminuyen la hinchazón y promueven el equilibrio intestinal.

El pan de avena aporta fibra soluble y energía sostenida. Un ensayo clínico publicado en Journal of Gastroenterology and Hepatology evidenció que su consumo regular mejora la digestión y reduce la sensación de pesadez, gracias a su efecto regulador sobre el sistema gastrointestinal.

Las variedades multicereal, como las tostadas de arroz, maíz y semillas, resultan adecuadas para quienes buscan evitar inflamación abdominal. Un estudio en Food Chemistry, demostró que la combinación de cereales integrales y semillas favorece la diversidad microbiana y reduce molestias digestivas.

Los expertos desaconsejan el consumo frecuente de panes blancos refinados y ultraprocesados. Estos productos, ricos en almidón de rápida absorción y aditivos, elevan los niveles de glucosa y se asocian a procesos inflamatorios persistentes, además de aumentar el riesgo de enfermedades metabólicas.

La tolerancia al pan depende de factores individuales. Las personas con sensibilidad al gluten o afecciones digestivas deben optar por variedades sin gluten y mínimamente procesadas. La composición, el tipo de harina y el método de elaboración determinan el impacto sobre la salud intestinal.

Incorporar panes integrales, multicereal o de masa madre puede mejorar la digestión y reducir la inflamación. Limitar el consumo de productos refinados y ultraprocesados contribuye a mantener el equilibrio metabólico y a prevenir complicaciones asociadas a la alimentación.

Fuente: Medios Internacionales

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