Nuevo antiviral podría reducir un 30% de fallecimientos por la COVID-19

Un estudio internacional publicado en la revista médica ‘The Lancet Respiratory Medicine’, identifica una nueva estrategia para reducir más la mortalidad de las personas ingresadas por COVID-19. 

Se trata de añadir el anticuerpo monoclonal tixagevimab/cilgavimab, al tratamiento estándar con remdesivir y dexametasona que ya se administra en los hospitales. 

Este ensayo clínico de fase 3, realizado a pacientes hospitalizados con diferente gravedad, pero que no requerían de uci, ha demostrado que esta estrategia es segura y, aunque no acorta el período de recuperación de los pacientes, sí rebaja un 30% la mortalidad, sobre todo en aquellos pacientes más graves.

El jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti, en Badalona), e investigador principal del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, Roger Paredes, es uno de los tres primeros autores de este trabajo.

El ensayo evaluó el potencial de una dosis intravenosa única de este anticuerpo en personas hospitalizadas, pero que no se encontraban en la uci, a las que también se les administraba otros fármacos ya aprobados y utilizados de forma rutinaria, como el remdesivir o la dexametasona. De todo ello, se evaluó la capacidad de recuperación y la mortalidad de las personas que participaban en el ensayo clínico. 

VTV/MQ/LL