Epidemia cutánea se agrava por falta de agua y atención médica en Gaza
Organizaciones humanitarias alertaron sobre el incremento de infecciones cutáneas en la Franja de Gaza, donde condiciones de hacinamiento, escasez de agua y altas temperaturas han generado un entorno propicio para la propagación de enfermedades dermatológicas. Los casos afectan principalmente a niños, jóvenes y personas con defensas comprometidas.
Solo en agosto se registraron 713 afecciones infantiles en cuatro centros clínicos, con un repunte de casi 400 casos en las últimas dos semanas del mes. Las patologías incluyen infecciones bacterianas, virales, fúngicas y parasitarias, como pediculosis, que se han extendido entre adultos y menores en zonas de desplazamiento forzado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó la situación como un problema de salud pública de alcance generalizado. Médicos en el terreno reportaron que el dolor y la irritación provocados por estas afecciones se intensifican debido al calor extremo y la imposibilidad de mantener una higiene básica. En algunos campamentos, hay un solo baño disponible para cada 700 personas, según datos de la Oficina Europea de Protección Civil.
Desde el organismo Médicos Sin Fronteras denunciaron que Israel ha bloqueado la entrada de sistemas esenciales para la seguridad hídrica, donde impide la importación de equipos de desalinización. Desde junio de 2024, solo el 10 % de las solicitudes para estos dispositivos ha sido aprobado. Además, los bombardeos han dañado más del 60 % de las 196 plantas de tratamiento operadas por organizaciones sin fines de lucro.
La falta de agua potable ha agravado la crisis sanitaria, lo que dificulta la recuperación de los pacientes afectados por enfermedades de la piel. La desnutrición, también en aumento, ha debilitado aún más la capacidad de respuesta inmunológica de la población, especialmente entre los más jóvenes.
Diversos organismos internacionales acusaron a Israel de provocar una emergencia alimentaria en Gaza. El Monitor Mundial del Hambre, respaldado por la ONU, advirtió en julio que el enclave se encuentra en el umbral de una hambruna severa. La oficina de derechos humanos señala que no se ha permitido el ingreso de insumos suficientes para evitar el colapso nutricional.
En las últimas horas, se confirmó el fallecimiento de 300 personas por causas relacionadas con la inanición, de las cuales 117 eran menores de edad. La situación continúa deteriorándose, mientras los equipos médicos y humanitarios enfrentan serias limitaciones para atender a la población afectada.
Fuente: Medios Internacionales
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