Día Internacional de la No Violencia debe activar el freno de las guerras actuales

Este dos de octubre se conmemora el Día Internacional de la No Violencia, fecha declarada hace 17 años por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de rendir homenaje al líder del movimiento de la Independencia de la India y pionero de la filosofía de la no violencia, Mahatma Gandhi.

La declaración busca difundir el mensaje de la no violencia, incluso a través de la educación y la conciencia pública, así como la relevancia universal de este principio y asegurar una cultura de paz, tolerancia y comprensión.

Es importante destacar que en la actualidad las relaciones internacionales atraviesan una notoria espiral bélica; expresada en una constante erupción de guerras y conflictos que azotan las regiones del planeta, tales como: Ucrania, Líbano, Palestina, Ecuador, Sudán, Siria, Haití. Ante la resolución de disputas políticas, la violencia siempre parece erigirse como la opción más efectiva.

La reciente incursión terrestre del Estado sionista de Israel contra el territorio soberano del Líbano; o la última contraofensiva iraní en respuesta al terrorismo hebreo; no hay momento más vigente para mantener vigilia de esta efeméride en una era de geopolítica incandescente.

Hace escasas dos semanas en el 79° período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrado entre el 22 y 27 del pasado mes de septiembre en Nueva York, los países miembros elevaron temas críticos como el auge de las inteligencias artificiales, el colapso medioambiental, potenciales pandemias futuras y principalmente detener el genocidio en Palestina.

Entre los discursos expuestos en plenaria, los líderes y lideresas de las naciones del mundo manifestaron la necesidad de brindarles a sus pueblos, futuro, seguridad, desarrollo, respeto a los derechos humanos, cese de la guerra, y el compromiso de garantizar la paz.

Derecho de Palestina

Durante su intervención en la ONU, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, reclamó al mundo entero por su pasividad ante la devastación perpetrada contra su pueblo por la agresión israelí, y es que la complicidad puede constituir su propia forma de violencia indirecta.

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió sobre la guerra en Gaza, la cual arrastra al abismo a toda la región. “Si no se detiene ahora, el conflicto podría involucrar a potencias extranjeras generando una conflagración a gran escala con consecuencias inimaginables, alerta en una sesión de emergencia de alto nivel del Consejo de Seguridad”.

A esta alerta se sumaron los líderes del mundo que exigen paz en la Franja de Gaza, un alto el fuego permanente y el fin a la barbarie desesperada de Israel en Líbano, antes de que engulla a la región y el mundo.

Venezuela y la paz

La República Bolivariana de Venezuela alza su voz ante la actual escalada bélica en el Medio Oriente y exhorta a la comunidad internacional a movilizarse en función de restablecer la legalidad y detener el genocidio contra el pueblo palestino y el Líbano, así como la carrera desenfrenada por tomar control de la región, por parte de Israel y los Estados Unidos de América, que han desencadenado graves consecuencias para la paz y estabilidad internacional.

Asimismo, ha denunciado ante la comunidad internacional sobre la violencia de la oposición radical y ultraderechista venezolana, liderada por figuras como María Corina Machado y Edmundo González, quienes generan discordia en el país con el respaldo de Estados Unidos y la Unión Europea.

A este hecho apenas requiere mención y los ejemplos son abundantes: las 48 horas de violencia y sedición, que prosiguieron a la reelección popular del presidente Nicolás Maduro Moros el pasado 28 de julio; las incursiones de mercenarios en territorio venezolano; los intentos de magnicidio contra el jefe de Estado; las medidas coercitivas unilaterales en clara agresión contra su economía; el ciberataque contra el sistema electoral nacional; así como jornadas previas de disrupción social en los años 2014, 2017 y 2019.

Las políticas impulsadas por el Gobierno Bolivariana se rigen por la paz, el respeto a la soberanía de los pueblos, el debido proceso para alcanzar acuerdos políticos y solucionar diferencias, medidas que forman parte de la no violencia.

Venezuela, guiada por la Revolución Bolivariana, hace la diferencia en un panorama mundial caracterizado por el deterioro progresivo de la solidaridad internacional y asume la lucha no violenta como premisa para garantizar la justicia y la paz de su pueblo y los pueblos del mundo.

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