Día Mundial de la Esclerosis Múltiple: La importancia del diagnóstico temprano
El Día Mundial de la Esclerosis Múltiple se celebra cada 30 de mayo con el objetivo de concientizar sobre la enfermedad y aportar información clave a la comunidad. Este año, el lema de la campaña global es “Mi diagnóstico de esclerosis múltiple” y tiene como fin promover el diagnóstico precoz y preciso para todos los pacientes.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central, causando daños en la vaina de mielina que protege las neuronas. Este daño interfiere con la transmisión de impulsos nerviosos, lo que provoca una variedad de síntomas que pueden incluir pérdida de funciones físicas y cognitivas. El diagnóstico temprano es crucial para que los pacientes puedan mantener una calidad de vida óptima.
A nivel mundial, se estima que la esclerosis múltiple afecta a aproximadamente 2,9 millones de personas. La enfermedad se diagnostica con mayor frecuencia entre los 20 y 40 años, siendo la principal causa de discapacidad física de origen no traumático en adultos jóvenes. Además, se presenta con mayor frecuencia en mujeres, en una proporción de tres por cada varón.
El neurólogo Dr. Pablo A. López, enfatizó la importancia de la educación sobre los síntomas iniciales, tanto en la comunidad médica como en la población general. “Los síntomas de la esclerosis múltiple son diferentes según la persona y la fase de la enfermedad». Sin embargo, algunos son más frecuentes y característicos de esta patología: fatiga intensa, problemas de visión (visión borrosa, visión doble), debilidad muscular, dificultades de coordinación y equilibrio, entumecimiento u hormigueo en diversas partes del cuerpo, problemas de memoria y concentración, y cambios en el estado de ánimo.
«La educación sobre los síntomas iniciales, tanto en la comunidad médica como en la población general, es fundamental para alcanzar una alta sospecha clínica y lograr el diagnóstico temprano”, explicó López.
El Dr. López destacó la importancia de la “toma de decisión compartida” en el tratamiento de la esclerosis múltiple. Este enfoque implica que la elección del tratamiento sea consensuada entre el paciente y su equipo médico, considerando no solo la evidencia médica, sino también los valores y preferencias del paciente. Este proceso fortalece el compromiso y la confianza, para mejorar la adherencia al tratamiento y, en consecuencia, la calidad de vida del paciente.
Fuente: Medio Digitales
VTV/DR/CP