Desentierran cuerpo de casi dos mil años en Nápoles
El esqueleto de un hombre muerto por la erupción del volcán Vesubio hace casi dos mil años fue desenterrado de una antigua playa en Herculano, bahía de Nápoles, Italia, informó este lunes LiceScience.
Corría en un intento por escapar del desastre, cuando fue vencido por la nube piroclástica intensamente caliente del fenómeno que envolvió a la ciudad a una velocidad de más de 100 kilómetros por hora, opinaron arqueólogos citados por la revista estadounidense, reseña el portal web de Prensa Latina.
La temperatura estaba por encima de los 500 grados Celsius (930 Fahrenheit), hacía mucho, mucho calor, aseguró Francesco Sirano, director del Parque Arqueológico de Herculano.
«Tanto que todo lo que vivía se vaporizó de inmediato, como este hombre», agregó el investigador en declaraciones a un medio local.
El análisis del esqueleto sugirió que tenía entre 40 y 45 años, y los restos de una caja de madera hallada indicaron que la cargaba en una bolsa de tela, en la cual presumiblemente contenía sus posesiones más preciadas, sumó Sirano.
Todo lo que queda ahora son sus huesos, que muestran que estaba de espaldas al mar y hacia la tierra cuando cayó, presumiblemente porque se había vuelto para enfrentar la nube de gas caliente y escombros volcánicos, describió.
Una primera aproximación apunta a que la nube piroclástica luego llevó el cuerpo al borde del agua a lo largo de la playa antigua y tal vez a las aguas poco profundas, subrayó el investigador.
Herculano, al igual que Pompeya, a unas ocho millas (13 kilómetros) al sureste, estaba cubierta por una capa de ceniza que la preservó tanto de los elementos como del saqueo hasta que fue redescubierta a principios del siglo XVIII.
La mayoría de los encontrados allí, más de 300 personas, fallecieron en los arcos de piedra a unos 30 metros tierra adentro, donde se cree que se refugieran para esperar el rescate del mar cuando fueron vencidos por la nube piroclástica.
La erupción del monte Vesubio del año 79 fue una de las más famosas y mortíferas de la historia de Europa, presenciada y documentada por el autor romano Plinio el Joven.
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