Delfines también podrían sufrir la enfermedad de Alzheimer
Un nuevo estudio sugiere que los delfines pueden sufrir algunas de las mismas enfermedades cerebrales que los humanos. Científicos en Escocia dicen que han encontrado evidencia en tres especies de delfines de que sus cerebros pueden desarrollar los marcadores clásicos de la enfermedad de Alzheimer.
Los hallazgos podrían ayudar a explicar por qué los delfines quedan varados en tierra con regularidad, pero se necesitará más investigación para confirmar si realmente experimentan una enfermedad similar al Alzheimer.
¿Sabíais que todavía no estamos seguros de si otras especies animales también pueden padecer la enfermedad de Alzheimer como nosotros? Los delfines y los chimpancés son, hasta el momento, los principales «sospechosos» de padecerla, pero no sabemos cómo les afecta a su memoria.
— Esther Samper (@Shora) August 24, 2018
La enfermedad de Alzheimer es el tipo más común de demencia y se caracteriza por cambios importantes y dañinos en el cerebro. En particular, las personas con la enfermedad tienen una acumulación de una versión deforme de dos proteínas que normalmente se encuentran en el cuerpo, llamadas amiloide beta y tau. Y son estos grupos anormales de amiloide y tau los que se cree que son la fuerza impulsora detrás de la destrucción del cerebro.
Los estudios han demostrado que algunos de estos mismos cambios cerebrales se pueden encontrar en animales no humanos, como ciertas especies de monos, otros simios no humanos y perros.
Pero estos animales no suelen desarrollar los síntomas neurológicos que se observan comúnmente en los pacientes de Alzheimer, lo que ha llevado a algunos expertos a especular que la enfermedad de Alzheimer puede ser una enfermedad exclusivamente humana.
Esta nueva investigación proviene de científicos de varias universidades y del Instituto de Investigación Mordun en Escocia. Teorizaron que los cerebros de los delfines podrían ser lo suficientemente similares a los de los humanos como para sufrir este tipo de demencia.
Para probar su teoría, el equipo estudió muestras de cerebro tomadas de odontocetos, o ballenas dentadas, un amplio grupo de mamíferos acuáticos que incluye delfines, marsopas y cachalotes.
En total, observaron los cerebros de 22 ballenas dentadas de cinco especies, incluyendo 18 especímenes mayores: delfines grises, calderones de aleta larga, delfines de hocico blanco, marsopas comunes y delfines mulares (o nariz de botella). Todos estos animales terminaron varados frente a la costa de Escocia y murieron.
VTV/CC/CP
Fuente: Gizmodo