Decreto de Guerra a Muerte reafirma la lucha por la justicia social
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, ratificó este martes el derecho ineludible a defender la soberanía y la paz a 208 años del Decreto de Guerra a Muerte, que marcó la lucha por nuestra independencia.
A través de su cuenta en twitter, el jefe de Estado destacó la importancia de este documento histórico que no es más que un ejemplo de la fuerza y la determinación del pueblo venezolano para lograr su libertad, destacando que “Ese espíritu guerrero está presente hoy en los patriotas decididos a defender la soberanía y la paz”.
Nuestro Padre Bolívar fue un hombre que logró defender la dignidad y el respeto del pueblo, frente al imperio más poderoso de la época. El Decreto de Guerra a Muerte, es un documento fundamental que muestra el espíritu bolivariano y reafirma nuestra determinación y lucha por la justicia social.
Nuestro Padre Bolívar fue un hombre que logró defender la dignidad y el respeto del pueblo, frente al imperio más poderoso de la época. El Decreto de Guerra a Muerte, es un documento que muestra la esencia bolivariana, reafirma nuestra determinación y lucha por la justicia. pic.twitter.com/CaYlekrh7A
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) June 15, 2021
El historiador y profesor universitario Luís García, contextualizó que más allá de aterrar a los españoles y quienes hayan cometidos crímenes contra el pueblo venezolano, el Decreto de Guerra a Muerte permitió a Simón Bolívar identificar a las grupos y personas afectos a la causa independentista.
Para García, el significado mismo de la proclama para la lucha por la independencia fue la de sincerar el bando patriota y conformar así las fuerzas independentistas para hacer frente al Ejército español tras la caída de la primera república.
El 6 de julio de 1816, Simón Bolívar decide humanizar lucha independentista y proclama las siguientes palabras «(…) La guerra a muerte que nos han hecho nuestros enemigos cesará por nuestra parte: perdonamos a los que se rindan, aunque sean españoles. Ningún español sufrirá la muerte fuera del campo de batalla».
El 26 de noviembre de 1820, Simón Bolívar decide dar fin a la contienda que vivía el pueblo, motivo por el cual celebra en Trujillo, ciudad donde se decretó la «guerra a muerte», el Tratado de Regularización de la Guerra, que anula la proclama de 1813. /Telseur.
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