Dando la cómica, por Roberto Hernández Montoya

El noble oficio de dar risa está tan mal que están buscando trabajo como jefes de Estado. Zelenski. En estos días estuve viendo a Los Tres Chiflados. Recordé cuánto me hicieron reír en mi feliz infancia. Hoy no podrían hacer los chistes políticamente incorrectos de entonces.

Los Tres Chiflados eran surrealistas. Claro, aquel humor grueso ya era antiguo, lo hicieron Aristófanes, Plauto, Terencio y los cómicos de la legua, que recorrían los campos. Eran el único acceso del campesinado a la llamada alta cultura.

La misma labor de Los Tres Chiflados para el proletariado, junto con genios como Chaplin, Harold Lloyd, Laurel y Hardy, Buster Keaton. Eran el lado bonito de Hollywood.

Después, la industria cinematográfica imperial nos demostró que los EUA han ganado todas las guerras, desde la de Troya que encabezó Brad Pitt como Aquiles, hasta el actual derribo de globos chinos y ovnis. En la dura realidad, los EUA, la única guerra importante que han ganado fue la Segunda Guerra Mundial y eso con apoyo de muchos países. No hacen guerra sino propaganda.

El actual contexto mundial es digno de Los Tres Chiflados. Los noticieros darían más risa si no estuviéramos en medio de genocidios por todo el planeta.

El imperio provoca una guerra con Rusia para arruinar y someter a Europa. Pompeo y otros jerarcas escriben libros para jactarse de sus fracasos.

Ahora están derribando globos y platívolos para encubrir la catástrofe del tren venenoso en Ohio. La empresa irresponsable “auxilió” con $25.000. A un reportero que informaba lo metieron preso. Y otro tren en Carolina del Sur y otro en Texas.

Es inevitable pensar cosas. Son las ideas disparatadas de Los Tres Chiflados para “resolver” las calamidades que creaban, peores que el problema. La solución imperial para este desastre es descarrilar trenes tóxicos y derribar globos y ovnis.

¿Dónde están los escombros de los platillos?. El único caso conocido de ovni caído es el de Roswell en 1947, inmediatamente removido por el ejército y llevado, con alienígenas de antenitas, a la famosa Área 51. Es leyenda urbana, pero en esas estamos.

No niego los fenómenos aéreos no identificados, pero el asunto requiere seriedad, bueno, es mi idea. Tal vez la mejor manera sea la de Los Tres Chiflados.

Roberto Hernández Montoya / Publicado por Últimas Noticias 

 

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