Consejos para cuidar las pieles maduras

La piel de la mujer en la menopausia comienza a deteriorarse como consecuencia de los cambios hormonales y pueden aparecer problemas epidérmicos que hay tratar.

Aunque la menopausia es un hito en la vida de la mujer porque pierde su menstruación, el climaterio abarca desde que la ovulación empieza a ser deficitaria hasta que desaparece del todo. Por este motivo, la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) prefiere hablar de la afectación de la piel durante el climaterio.

Su portavoz, Román Barabash Neila, dermatólogo del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, explica que durante este período, la progresiva disminución de las hormonas sexuales (estrógenos) provocan una serie de cambios en la morfología y el funcionamiento de la piel y anejos cutáneos: “Disminuye su funcionalidad, produciendo menos grasa, menos sudor, reduciendo parcialmente su temperatura y aumentando la permeabilidad y reactividad vascular”.

Uno de los cambios más llamativos es la disminución del grosor de la dermis y epidermis. Otros son el descenso evidente de la tasa de colágeno y elastina así como la mengua de la densidad de los folículos de vello, lo que debilita aún más la piel, según refieren medios internacionales.

Piel más seca, menos pelo y uñas frágiles

Barabash narra no pocas consecuencias de estos procesos: “La piel se vuelve más seca, escamosa y menos elástica, con el consiguiente aumento de las arrugas cutáneas. Aparece la flaccidez y la pérdida de volúmenes. Podemos empezar a encontrar más manchas debido a la exposición solar de una piel afinada, las mucosas pierden su grado de humedad”.

El pelo y las uñas también resultan afectados, como destaca la especialista en Medicina de Familia y miembro del Grupo de Trabajo de Dermatología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Stephanie Barbeito Pagliuca: “Podemos observar síntomas como caída y debilidad del cabello, alopecia, cabello quebradizo, cabello reseco y sin brillo. En cuanto a las uñas, pueden aparecer fragilidad, adelgazamiento del grosor, manchas e irregularidad”.

Rigurosos con los cuidados

Stephanie Barbeito apunta la aparición en casos que no se traten a tiempo de grietas y picor generalizado, que pueden ocasionar complicaciones como las dermatitis y las infecciones de piel.

“A causa de la menopausia podemos encontrar sequedad en diferentes grados, algunos pueden ser muy leves y otros muy avanzados, produciendo una afectación importante. Las dermatitis pueden asociarse en caso de complicación de las lesiones producidas por la sequedad de la piel”.

En este sentido, la especialista recuerda que en una mujer con múltiples patologías, una simple infección de la piel puede producir una descompensación.

En su opinión, el mejor tratamiento es la prevención: “Si mantenemos nuestra piel hidratada correctamente podremos evitar las complicaciones dermatológicas importantes”.

Su consejo es aplicar cremas hidratantes tres veces al día todos los días: “Es importante ser rigurosos y hacerlo a diario, ya que si no nos cuidados adecuadamente, podrían infectarse las lesiones de piel por el intenso picor que estas pueden llegar a producir”. Si el picor progresa y no mejora solo con la hidratación, hay que consultar al médico.

Cremas que cumplan con las normas sanitarias

Además de hidratarse a menudo con lociones o cremas, Barabash considera necesario utilizar jabones sin detergente, suaves y extragrasos.

De la misma manera, son importantes los filtros de la radiación ultravioleta A y B, y de la luz visible, para evitar un envejecimiento añadido por la acción de la radiación solar, uno de los principales productores de radicales libres. Y una advertencia sobre las cremas y cosméticos.

VTV/FB/LL