Aprende a dominar el berrinche de tus hijos
Este lunes, en el programa Buena Vibra, transmitido por Venezolana de Televisión, la psicóloga Hildamar La Chica aseguró que los berrinches son normales en los niños con edades comprendidas entre los 2 a los 4 años, ya que en esa etapa el cerebro se encuentra en proceso de formación y el individuo presenta un manejo inmaduro de las emociones.
A su vez, destacó que, a pesar de ser una conducta normal, es necesario realizar un manejo adecuado de la situación “el adulto tiene que cumplir un rol activo para que el berrinche o la rabieta en los niños se vaya disipando en la medida que la gente tenga más edad”.
Durante la entrevista, la profesional resaltó que el adulto no debe ceder a las rabietas y deberá cumplir una serie de procedimientos para que los berrinches disminuyan y no se conviertan en una manipulación de parte del niño o niña.
Asimismo, la psicóloga advirtió que si las rabietas no se manejan de forma correcta al llegar a la edad de la adolescencia, se tendrá un «manejo pobre de las emociones y el adolescente podría accionar de forma peligrosa ante cualquier situación».
Explicó que para que el niño se tranquilice se necesita de la heteroregulación «el adulto debe estar calmado y en estado de paciencia y, sin ceder, le debe negar al niño lo que está pidiendo con el berrinche y de esta manera el niño o la niña pueda autorregularse. Tú te puedes vincular con tu hijo, tú puedes entenderlo, puedes empatizar y aun así no ceder. (…) Tú puedes ser firme mientras eres amoroso. (…) La compañía del adulto, lo que haga el adulto activamente, hace que el niño se pueda regular”.
#EnVideo📹| La psicóloga @dralachica afirmó que la mejor actitud que debe adoptar el adulto es el estado de paciencia, sin necesidad de ceder ante la manipulación de la rabieta del niño. #LaPazNosUne pic.twitter.com/XiaYnZtPuR
— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) September 12, 2022
De esta manera, resaltó que parte de la solución es identificar, mantener la calma y no ceder ante el berrinche o la rabieta.
VTV/DO/ADN