Claves para entender la lucha de una voz interna: Trastorno obsesivo-compulsivo
Según especialistas, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es definido como un conjunto de obsesiones y compulsiones que causan una gran angustia y afectan la calidad de vida de las personas. Estas obsesiones pueden incluir pensamientos intrusivos no deseados, imágenes o impulsos que dominan la mente y son acompañados por compulsiones que consisten en acciones repetitivas que las personas realizan en respuesta a sus obsesiones para intentar sentirse mejor.
El presidente de la Asociación del Trastorno Obsesivo Compulsivo de Madrid, Antonio Galán, quien fue diagnosticado de TOC cuando tenía veintisiete años, después de visitar la consulta de muchos psicólogos que no supieron dar con las causas de su problema, explicó que el problema es que estos pensamientos martilleantes, limitantes y recurrentes solo pueden acallarse con gestos, comportamientos y actitudes igual de repetitivos y que pueden llegar a dominar por completo el día a día de la persona afectada, lo que resulta desesperante y agotador.
“Es como si llevara una mochila de veinte kilos a la espalda y tuviera que realizar las mismas tareas que hacen los demás sin cargar con ese peso”, aseguró Galán, quien añadió que «con terapia y compromiso, te haces más fuerte y puedes llevar esa mochila con comodidad”.
La visibilidad del trastorno
Precisamente este viacrucis de consulta en consulta que tuvo que padecer Galán es uno de los muchos problemas que trata de solucionar la asociación que dirige. Así, tal y como él mismo expresó, “cuando alguien acude a nosotros, empezamos de cero, le enseñamos en qué consiste su trastorno, le damos esperanza y le enseñamos que ‘si se quiere, se puede’. Hacemos que se dé cuenta de que esto tiene tratamiento, que no está loco y que no está solo”.
Diversos tipos de TOC
Expertos como el codirector del Departamento de Psiquiatría y Psicología Clínica de Clínica Universidad de Navarra, doctor Enrique Aubá, han ayudado a arrojar un poco de luz sobre el trastorno obsesivo-compulsivo, un grave problema de ansiedad del que todavía queda mucho por conocer.
“En el trastorno obsesivo-compulsivo predominan los pensamientos e imágenes intrusivas recurrentes que generan malestar. Estos pensamientos inducen a realizar determinados actos y rituales (compulsiones) para aliviar la ansiedad”, describe el doctor Aubá, quien aclara que la intensidad de los TOC no es siempre la misma, si no que puede ir desde algo leve hasta ser realmente grave y difícil de tratar y que genera mucho sufrimiento”.
Este psiquiatra señala además que hay diversos tipos de TOC, o como él mismo define, trastornos con contenidos diferentes. Entre los más comunes cabe citar los de contaminación y limpieza; los de orden y simetría; y los de comprobación y repetición.
Origen de cada TOC
No solo su tipología es variada, también su origen puede serlo. En este sentido, el doctor Aubá, destacó la importancia del factor neurobiológico, aunque también apunta otros factores desencadenantes como son el autoinmunitario y el genético. “Hay algunos tipos de TOC que se desarrollan después de producirse ciertas infecciones que generan anticuerpos que atacan al propio sistema nervioso”, aclaró.
Igualmente, señaló que también es bastante probable que exista un componente heredable; es frecuente encontrar a varias personas con TOC dentro de una misma familia. Pero tenga el origen que tenga, otra de las cuestiones que más interesa saber es si tiene cura o estamos ante una enfermedad crónica.
La psicóloga y profesora de la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid, Alicia Fernández, despejó la incógnita en este sentido: “El trastorno obsesivo-compulsivo suele considerarse una afección mental de por vida que puede tener síntomas leves, moderados o ser tan graves y prolongados que se vuelvan incapacitantes”.
Una vez diagnosticado el TOC por un especialista, el paciente, víctima de pensamientos indeseados (obsesiones) ante los cuales siente la necesidad de reaccionar (compulsiones), debe someterse al tratamiento más adecuado a su caso. Actualmente, el más efectivo es la combinación de psicoterapia y un tratamiento psicofarmacológico.
Fuente: Medios Digitales
VTV/DR/CP