CLAVES | Complot para el tráfico de migrantes venezolanos hacia El Salvador
Con maltratos, humillaciones, vejaciones y criminalización, 238 venezolanos fueron secuestrados en El Salvador, en una acción ilegal por parte del Gobierno de los Estados Unidos (EE.UU.), una visible violación de los Derechos Humanos que evidencia un crimen de lesa humanidad.
Estas personas, alejadas de sus familias sin ningún juicio ni prueba por parte de sus acusadores, (la administración Trump), enfrentan la señal de ser parte de una banda criminal que fue erradicada en todo el territorio venezolano y desarticulada definitivamente por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, el extinto “Tren de Aragua”.
Es importante regresar en la historia presente, para recordar y saber por qué los hechos de los actuales momentos. La ultraderechista María Corina Machado junto a sus cómplices emprendió una campaña mediática internacional para hacer creer que Venezuela es el Centro Criminal de las Américas, para ello; utilizó como herramienta la extinta banda “El Tren del Aragua”, la cual, según ella existe y fue enviada al exterior para desestabilizar a Estados Unidos, en un plan apátrida que busca la intervención militar al suelo venezolano, aislar al Estado internacionalmente y tomar el poder por la fuerza.
Para ello cuenta con el apoyo del secretario de Estados Unidos, Marco Rubio, quien sin escrúpulos aseguró que los venezolanos migrantes ilegales en Estados Unidos pertenecían al tren de Aragua, y así materializar la deportación, sin derecho, ni juicio y llevados a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador.
¿Cómo y por qué llegan a El Salvador?
El pasado mes de febrero, Marco Rubio, realizó una gira por Centroamérica e hizo una segunda parada por El Salvador, con el fin de consolidar un trato financiero y atractivo con Nayib Bukele.
Este trato consistió en un canje: presos por dinero, el cual fue cerrado por Bukele y Marco Rubio, cuando este último visitó El Salvador.
Paradójicamente, esta transacción financiera inhumana se da en medio de las acciones del Gobierno de Trump, cuando cancela de forma inmediata el 20 de enero, todas las citas programadas a través de la aplicación CBP One, un programa que creó el expresidente Joe Biden para contener la migración indocumentada, el cual generó una gran cantidad de personas varadas en los estados fronterizos.
La paga de seis millones de dólares a Bukele por un año, aseguró el secuestro de 238 venezolanos. El negocio perfecto para El Salvador y un plan más del Gobierno de EE.UU. para fracturar la ciudadanía venezolana.
Extrema derecha culpable
El Gobierno nacional afirmó que los extremistas Juan Guaidó, Carlos Vecchio, Antonio Ledezma, David Smolansky, Julio Borges, Carlos Paparoni y Miguel Pizarro son los jefes de la banda delictiva y mafiosa «Los Coyotes», que está dedicada al tráfico de personas, con la migración de venezolanos hacia los Estados Unidos.
«Una nueva campaña orquestada desde el extranjero para dañar a los venezolanos», precisó el vicepresidente sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz, Diosdado Cabello, lo que demuestra quiénes son los culpables de que ahora más de 200 venezolanos estén en una cárcel de máxima seguridad en El Salvador.
Detrás de este trabajo de coyotes, que pintaban sueños de un paraíso; tramaban una estrategia para darle carne de cañón al Gobierno norteamericano, para luego venderlos a El Salvador con la excusa de limpiar su país de migrantes, al tacharlos de ser parte de una organización criminal que EE. UU. denominó como «organización terrorista», para invocar la ley de 1798, la Ley de Enemigos Extranjeros, para su expulsión.
A través de un comunicado, los opositores de la extrema derecha María Corina Machado y Edmundo González Urrutia aplaudieron la decisión de EE.UU. para «identificar, detener y penalizar a quienes integran o apoyan al Tren de Aragua y otras redes criminales» y «que confían en sus acciones» sin pensar cuál sea el costo, de querer llegar al poder.
Ley de Enemigos Extranjeros para su expulsión
El sábado, el Gobierno de EE.UU., en su afán de creerse dueño de la verdad y el mundo, publicó una orden ejecutiva invocando la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, para perseguir a los venezolanos en Estados Unidos, y que utilizó para deportar a los migrantes que estaban listos en Texas para volver a su casa, dejando a un lado la emisión de una orden temporal que impedía al gobierno deportar a cualquier migrante en virtud de esa ley por el juez federal de Washington D. C., James E. Boasberg.
En una audiencia programada apresuradamente, James E. Boasberg dijo que no creía que la ley ofreciera motivos para la acción del presidente y ordenó que todos los vuelos que hubieran partido con inmigrantes venezolanos en virtud de la orden ejecutiva regresaran a Estados Unidos “comoquiera que se logre, ya sea dando la vuelta al avión o no”, otro acto que Donald Trump ignoró y continuó con su plan de enviar a venezolanos al Cecot.
Este instrumento legal puede ser utilizado siempre que haya una guerra declarada entre los Estados Unidos y cualquier nación o gobierno extranjero, o cualquier invasión o incursión depredadora sea perpetrada, tentativa o amenazada contra el territorio de los Estados Unidos por cualquier nación o gobierno extranjero, en que luego se haga pública la proclama del presidente: «Todos los nativos, ciudadanos, ciudadanos o sujetos de la nación o gobierno hostil, siendo de la edad de catorce años o hacia arriba, que estén dentro de los Estados Unidos y no estén realmente naturalizados, serán castigados para ser aprehendidos, refrenados, asegurados y removidos como enemigos».
Familiares rechazan que sus allegados sean criminales
Al conocer la terrible noticia del destino de sus familiares, hombres y mujeres venezolanos han manifestado su rechazo a través de las redes sociales y la cuenta de Instagram que activó el Estado venezolano para expresar el rechazo y dar conocimiento de que sus familiares estén dentro de las 238 personas que están detenidas en la cárcel de máxima seguridad en El Salvador.
Historias de los familiares de los migrantes venezolanos, dan cuentan de que se trata de hombres trabajadores, que salieron del país engañados por la ultraderecha venezolana en busca de un supuesto sueño americano, tuvieron otro destino.
Ellos cuentan que algunos se comunicaron con sus allegados días antes o el mismo sábado y daban seguridad de que regresarían a casa, pero fueron vistos en los medios de comunicación y redes sociales, como eran maltratados, rapados, con la cabeza agacha y esposados de pies y manos como criminales cuando solo fueron detenidos por poseer tatuajes, sin evidencias sólidas, sin antecedentes criminales verificados que permitan armar una estructura legal para ser llevados a esta cárcel.
¿Hasta dónde llega el odio de Estados Unidos por los latinos? ¿Cuáles son las medidas de verificación que tuvo el Gobierno estadounidense para catalogar a los 238 venezolanos como integrantes del Tren de Aragua?
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