Cipriano Castro con su proclama histórica defendió la Patria de fuerzas invasoras
“Esto es historia que poco se está contando y que tenemos que revivir porque es historia gloriosa de la patria. El 9 de diciembre de 1902, cuando se cumplían 77 años de la victoria de Ayacucho, le tocó a Cipriano Castro, en la cuna de la libertad, en Caracas, sacar la proclama histórica para llamar al combate al pueblo de Venezuela y desplegar todas las fuerzas que el pueblo tenía de manera creativa para tener la victoria militar-popular frente a las fuerzas invasoras del imperio británico, el imperio alemán y del reino de Italia que se sumaron contra nuestra patria”, recordó el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro.
En este sentido, el jefe de Estado detalló que el 9 de diciembre de 1902 es una fecha cargada de simbolismo, pues al cumplirse el 77 aniversario de la victoria de Ayacucho, el general Castro, desde Caracas, emitió esta Proclama que resonó como un llamado a la unidad y al combate, que logró la milagrosa salvación del gentilicio nacional.
Asimismo, rememoró que los imperios venían por una «venganza histórica», con la clara intención de «descuartizar y acabar el sueño de los libertadores en su propia cuna». La respuesta de Castro, sin embargo, demostró la fuerza invencible del pueblo venezolano. Desde el mismo despacho que había visto nacer el Grito de Independencia el 19 de abril de 1810, el presidente concentró la fuerza de toda la historia patria para defender la República. La frase central de su proclama, que hoy cobra vigencia, no dejaba lugar a dudas:
«La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la patria, pero la justicia está de nuestra parte y el dios de las naciones que inspiró a Bolívar será el que en estos momentos decisivos para la vida de nuestra nacionalidad nos aliente en el sacrificio de consolidar la independencia nacional».
Victoria militar popular
La proclama no fue solo un texto; fue el motor para movilizar las fuerzas populares y creativas de la nación, que culminaron en una victoria militar popular decisiva. Venezuela, bajo la inspiración y el liderazgo de Castro, demostró que la soberanía no se negocia.
Finalmente, el esfuerzo nacional triunfó, y las potencias invasoras —los imperios británico, alemán y el reino de Italia— fueron expulsadas del territorio nacional. La gesta del 9 de diciembre de 1902 es un testimonio de que, cuando el pueblo y sus líderes se unen en la defensa de la patria, ningún poder extranjero puede doblegar la voluntad de ser libres.
Un legado a revivir
Esta historia, que “tenemos que revivir porque es historia gloriosa de la patria”, es un recordatorio de la profunda raíz antiimperialista y la inquebrantable vocación de independencia que define a Venezuela, subrayó el presidente Nicolás Maduro.
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